Tokio, Japón, 8 mar (RHC) El mentor de la selección cubana de béisbol, Carlos Martí, advirtió que en los inicios del partido del miércoles ante China tuvo que exigirle a sus muchachos mayor agresividad en terreno, porque estaban “algo relajados” y acostumbrándose al juego del rival.

“Estábamos acomodándonos a las características del contrario y eso no es bueno. Estaban un poco relajados y tuvimos que hablarles como hablamos los cubanos (fuerte) para motivarlos”, dijo Martí, mientras celebraba el pimer éxito del equipo en el Clásico y para su expediente como mánager del team Cuba.

A partir de ese momento la novena cubana comenzó a producir con oportunidad y hasta hombres como el fornido toletero Alfredo Despaigne se robó una base, un hecho bastante inusual.

Martí explicó que la novena de la isla no estaba haciendo las cosas bien desde el punto de vista táctico, ante un rival inferior en calidad, con un pitcheo mucho más lento y de menor nivel que el de ayer (ante Japón).

“Tenemos un equipo que no tiene bateadores de mucha fuerza, pero es rápido, de tacto, que puede trabajar la velocidad en función de la ofensiva”, subrayó Martí, en referencia al juego desplegado por sus muchachos a raíz del regaño.

Elogió el nivel ofensivo que está mostrando el equipo, luego de la gira de fogueo por Asia.

“El equipo está conectando con fortaleza y los muchachos le están pegando con técnica a la bola”, significó, aunque dejó claro que lo que más le ha agradado en los dos primeros partidos el “derroche de coraje” de la selección.

Con relación al pitcheo, dijo que ante China se comportó a buen nivel y confirmó al estelar Lázaro Blanco – aún sin debutar - para abrir el viernes ante Australia, en partido crucial, que debe definir cuál de los dos avanza a la siguiente ronda junto al ya clasificado Japón.

“Blanco está muy concentrado y será el abridor contra Australia, pero todos los que trabajaron hoy (ante China) están listos para hacerlo ante Australia. Será un partido decisivo y todos tienen que estar en disposición”, remarcó

Se mostró preocupado por la facilidad con que lo rivales le han robado bases al equipo, principalmente por “culpa la tienen los lanzadores”.

“Tenemos un buen catcher defensivo, buen tirador a las bases, pero si los lanzadores no cuidan a los corredores, nos roban las bases. Tenemos que seguir insistiendo con los lanzadores en mejorar en eso”, apuntó Martí, que lleva 46 de sus 68 años vinculado al béisbol.

Restó importancia a la presión que supone ir a un partido crucial contra Australia, al adelantar que le dirá a los muchachos “es un juego de pelota, diviertanse. No hay preocupación total. Tenemos experiencia con eso, no esperamos una derrota, pero tampoco se acabaría el mundo si perdemos”, reflexionó.

“La importancia que tiene el partido es alta, pero no le podemos meter presión al colectivo, sino confianza, mucha confianza”, concluyó.