La Habana, 21 mar (MLB/RHC) Después de una dolorosa derrota por 4-3 en 11 entradas el lunes que significó la eliminación de su equipo en la ronda semifinal por segunda ocasión consecutiva en el Clásico Mundial de Béisbol, el manager de la selección de Holanda, Hensley Meulens, no quiso reflexionar sobre lo hecho por su equipo a lo largo del torneo.

La mente del curazoleño estaba en lo ocurrido horas antes, en la primera entrada del partido. En dicho episodio, Yadier Molina sorprendió a dos corredores en las bases para hacerles out tirando desde el plato, convirtiendo lo que pudo haber sido un enorme rally de Países Bajos en una producción de sólo dos carreras.

"Lo frustrante para mí son los errores mentales que cometimos en el primer inning en las bases", dijo Meulens, cuya tropa cayó en la ronda semifinal en el Clásico Mundial del 2013.

Con Andrelton Simmons en la segunda base y Jurickson Profar cuadrándose para tocar, el primero se despegó mucho de la almohadilla y Molina, Jugador Más Valioso del Grupo F del torneo la semana pasada en San Diego, tiró un cohetazo a la intermedia que provocó que Simmons estuviera atrapado y finalmente puesto out. Momentos después, Profar dio sencillo para poner a hombres en primera y tercera, pero luego del disparo del jardinero derecho Eddie Rosario al home--para mantener a Xander Bogaerts en tercera--Molina hizo un tiro relámpago a primera que sorprendió a Profar, quien volvía a la base celebrando su batazo.

"Hablamos con nuestros muchachos antes del juego acerca de la experiencia de Yadier Molina detrás del plato y el hecho de que le gusta tirar a las bases", reveló Meulens. "Si te despegas demasiado, te sorprenderá y eso es lo que pasó".

Más aparatosa lució la jugada con Profar, quien simple y llanamente no procuró estar consciente de dónde estaba la bola después de conectar su sencillo frente a Jorge López.

"Eso es inaceptable", dijo Meulens. "Esos dos errores en corrido de bases nos costó más carreras en ese inning. Eso pudo haber sido la diferencia entre ganar o no".

Al igual que hace cuatro años, Holanda se topó con un equipo invicto en la ronda semifinal del Clásico y perdió. Pero en esta ocasión, el partido fue de muchas alternativas y se decidió en entradas extras, diferente a la derrota por 4-1 ante la República Dominicana en el torneo anterior.

"Empezamos este torneo para ganarlo", dijo Meulens, quien fue manager de Holanda para ambas derrotas en semifinales. "Jugamos bien, pero hubo fallas mentales".

La selección holandesa, que salió de grupos en Corea del Sur y Japón en las primeras dos rondas, termina este Clásico con récord global de 4-3, siendo dejada en el terreno en uno de los partidos más emocionantes de todo el torneo.

"Los muchachos jugaron con todo corazón", dijo Meulens. "Fue así de ambos lados, de muchas emociones.

"(Puerto Rico) es el mejor equipo que hemos enfrentado en el torneo. Obviamente, su récord (7-0) lo indica. Les deseo suerte".