Washington, 31 jul (PL) América Latina y el Caribe cuentan hoy con doce exjugadores en el Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, Nueva York, tras la inclusión del receptor puertorriqueño Iván Rodríguez.
Pudge, de 45 años de edad, se convirtió el domingo además en el cuarto boricua con ese mérito y resulta el integrante más joven del llamado Templo de los Inmortales.
A lo largo de 21 temporadas en la Gran Carpa, Rodríguez tuvo un promedio ofensivo de 296, conectó 311 jonrones, ganó 13 Guantes de Oro y fue elegido 14 veces al Juego de las Estrellas.
Resultó el primer cátcher en disparar 30 bambinazos, anotar 100 carreras e impulsar esa misma cantidad durante una temporada en la historia de Las Mayores, en 1999.
También conquistó la Serie Mundial con Marlins de Florida en 2003 y fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de ese año.
Durante la ceremonia de exaltación, Rodríguez agradeció emocionado el apoyo de sus padres, destacó el amor por Puerto Rico, y lanzó un mensaje de aliento a los más jóvenes.
Este momento lo comparto con toda la afición nuestra en la isla, especialmente los niños, el destino está en su manos, afirmó el considerado por muchos mejor receptor de todos los tiempos.
No les tengan miedo al éxito, se vale soñar. Todo en la vida es posible y los triunfos se realizan con esfuerzo y dedicación. Se lo digo por experiencia, agregó.
Además de Pudge, el domingo ingresaron al Salón de la Fama, el inicialista Jeff Bagwell, el jardinero Tim Raines, el excomisionado de la MLB Bud Selig, y el presidente de Bravos de Atlanta, John Shuerholz.
Con estas adiciones, existen 317 miembros elegidos, entre ellos 220 antiguos jugadores.
El puertorriqueño Roberto Clemente, quien perdió la vida en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972, fue el primer pelotero latinoamericano en ingresar a dicho espacio, en 1973.
Tal caso constituye uno de los pocos en los cuales el comité de aceptación de Cooperstown no esperó los cinco años reglamentarios para el alta entre los inmortales.
Una década después entró el lanzador dominicano Juan Marichal, y posteriormente lo hicieron el torpedero venezolano Luis Aparicio, en 1984, el jugador de cuadro panameño Rod Carew (1991), y el inicialista boricua Orlando Cepeda (1999).
Además, se sumaron el primera base cubano Anastasio 'Tony o Tany' Pérez (2000), el camarero puertorriqueño Roberto Alomar (2011) y el pitcher quisqueyano Pedro Martínez (2015).
En el templo de Cooperstown aparecen además, seleccionados por el Comité Especial de las Ligas Negras, los expeloteros cubanos Martín Dihigo (1977), José de la Caridad Méndez (2006) y Cristóbal Torriente (2006).