Bruce Arena renunció el viernes a su puesto de entrenador de la selección masculina de fútbol de Estados Unidos, tres días después de perder toda posibilidad de participar en el Mundial de Rusia-2018.

De acuerdo con Arena, de 66 años de edad, resulta un gran privilegio para cualquier preparador dirigir el equipo nacional de su país.

Al dejar ese rol hoy me siento honrado y agradecido de haber tenido esa oportunidad dos veces en mi carrera, afirmó el técnico en un comunicado.

También, el guía en los eventos universales de 2002 y 2006, se refirió a la importancia de impulsar un proceso para mejorar los resultados norteamericanos en esta disciplina.

Después del despido del alemán Jürgen Klinsmann en noviembre pasado a raíz de las dos primeras derrotas de Estados Unidos en la hexagonal clasificatoria de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), Arena tomó nuevamente el mando del elenco de las barras y las estrellas.

Cuando casi todo evidenciaba que la selección norteamericana estaría por octava vez consecutiva en una cita del orbe, se produjo su derrota 1-2 como visitante en la jornada del adiós ante Trinidad y Tobago.

Ese descalabro, combinado con sendas victorias de Honduras y Panamá, 3-2 y 2-1, ante los ya clasificados México y Costa Rica, dejó en quinto lugar a los estadounidenses.

La competencia de la Concacaf concedió tres boletos directos a la nación euroasiática (el último lo alcanzaron los panameños) y dio al cuarto lugar, ocupado por los hondureños, la opción de un partido de repechaje.