La ciudad de Tokio instalará varios robots políglotas en su principal edificio gubernamental para probar sus capacidades al recibir visitantes extranjeros con el objetivo de que estén operativos a tiempo para los Juegos Olímpicos de 2020.
Cinco robots recibirán a los visitantes del Edificio Metropolitano de Tokio entre el lunes y finales de febrero de 2018 para verificar su "potencial y efectividad y aplicar las mejoras necesarias para su implementación", explicó en un comunicado el Gobierno de Tokio, que realizó este jueves una demostración de los aparatos.
Los dispositivos van desde robots de apariencia entrañable como el androide Sota, el zoomorfo Zukku (un búho) y RoboPin, los tres de pequeño tamaño, hasta otros de mayor envergadura como el humanoide Emiew 3, de Hitachi, y el terminal Libra, diseñado por el propio Instituto Metropolitano de Investigación de Tecnología Industrial.
Todos los robots pueden comunicarse en japonés e inglés, mientras que algunos modelos incorporan también el chino y el coreano.
Tokio espera que los robots multilingües desempeñen varios roles durante los Juegos Olímpicos de 2020 y antes de que esto suceda ha emprendido este proyecto experimental en el que los robots ayudarán a los usuarios, "proporcionándoles orientación sobre la oficina del Gobierno Metropolitano e información turística de Tokio", señala la citada nota.
Las autoridades tokiotas quieren que los Juegos de verano que se celebrarán en la ciudad dentro de tres años sirvan de "escaparate de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) que se usarán en el futuro" y del potencial de Japón en este sentido.
El país asiático ha tenido en mente el "legado" que dejarán los JJOO y busca expandir el uso de los robots políglotas después de la cita deportiva, con proyecciones enfocadas a su creciente sector turístico.
Japón recibió en 2016 un número récord de turistas extranjeros, más de 24 millones, lo que supone un aumento de casi el 22 % y se postula como un escenario propicio para alcanzar el objetivo de 40 millones que el Gobierno nipón se ha propuesto atraer para 2020.