La Habana, 20 ene (RHC) La Gran Final de la Serie Nacional de Béisbol comienza este sábado en el estadio Julio Antonio Mella, de Las Tunas, con expectativas elevadas por parte de la afición cubana. El conjunto local de los Leñadores recibe al campeón nacional granmense, Alazanes, en una final oriental sin antecedentes en los clásicos beisboleros de Cuba. No sólo por lo inédito de los dos rivales, también por la cercanía entre dos ciudades, espaciadas a poco más de 80 kilómetros. Dos ciudades que están muy cerca, y dos equipos que cuentan con varios peloteros que intentarán burlar la cerca.

Cada núcleo de las respectivas tandas ofensivas posee herramientas para llevar la redonda más allá de los límites. Pero eso ya se conoce. Lo menos visible es que el líder jonronero de la Serie, Lázaro Cedeño, aguardará por un chance desde el banco granmense; en tanto la artillería tunera de reserva tiene figuras como el sorprendente Leonys Figueredo, Frank Muir o el receptor Oberto Coca, capaces de poner a circular bien lejos la bola de 108 costuras.

Aventurarse a dar un vaticinio es muy atrevido. El campeón nacional llegó a su primera final el pasado año sin ser favorito, pero barrió en cuatro juegos a Ciego de Ávila. Las Tunas, acaso inspirado por la lección de los titulares vigentes, llega con una credencial idéntica. Lo cierto es que son dos equipos que están muy cerca. Y el conjunto que viaje a la Serie del Caribe tendrá sabor oriental, pues el equipo Cuba vigente en este minuto anda confabulado entre ambas nóminas. Así que la invitación es para que siga la final, sígala de cerca.

Por Fernando Martínez Martí