La Habana, 4 mar (RHC) Cuba concluyó séptima en el medallero del XVII Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo de Birmingham, Gran Bretaña, con una medalla de oro y otra de bronce, para regresar al “top ten”.

De la mano de una talentosa nueva generación, los cubanos lograron en la ciudad inglesa saborear el oro con el joven de 19 años Juan Miguel Echevarría (salto de longitud) y sumaron un meritorio bronce de Yorgelis Rodríguez (pentatlón).

Birmingham marcó el regreso al “top ten” del atletismo cubano luego de su discretísima actuación en Portland-2016, donde se fue sin medallas.

La séptima posición en la ciudad inglesa ilumina el panorama de cara a Tokio-2020 e iguala en posición la labor de Sopot-2014, cuando la Isla quedó en el mismo puesto, aunque con una medalla más (1-1-1).

El joven de 19 años Juan Miguel Echevarrría resultó la revelación del equipo cubano, con su sorpresivo título en longitud con récord personal y marca del año (8,46 metros), que lo convirtieron en el atleta más joven en dominar esa prueba delante de su compatriota Iván Pedroso.

La nueva estrella del salto cubano se vengó en la final del campeón mundial y plata olímpica, el sudafricano Luvo Manyonga, quien lo había vencido unos días antes en un mitin en Europa.

El otro podio en Birmingham fue para Yorgelis Rodríguez, de 23 años, quien colocó a Cuba en el mapa mundial del pentatlón al marcar el estreno de las cubanas en la lid y ganar bronce con récord nacional de 4.637 puntos.

En la jornada final, Cuba tuvo en el vallista corto Roger Valentín Iribarne a su único representante. El joven de 22 años cumplió al colarse en la final con récord personal (7,58 seg), aunque en la disputa por las medallas pagó la inexperiencia y quedó séptimo (7,71).

La actuación de Cuba en la tabla por puntos también es destacable. Se ubicó duodécima, con un oro, un bronce y tres séptimos lugares, aportados por Valentín (60 vallas), Yaniuvis López (bala) y Yarisley Silva (pértiga).

Únicamente el triplista Cristian Nápoles (noveno con 16,70 metros), Andy Díaz (también en triple con el lugar 15 con 15,37) y Maikel Massó (lugar 13 con 7,71 en longitud) no consiguieron destacar.

Estados Unidos dominó con amplitud la justa con 18 medallas (6-10-2), delante de Etiopía (4-1-0) y Polonia (2-2-1). También reinó por puntos con 208, seguido por Gran Bretaña (67) y Etiopía (57).

En la jornada final brilló el relevo 4x400 de Polonia (Zalewski, Omelco, Krawzuk y Krzewina), al establecer primacía mundial (3.01.77) y arrebatarle sobre la meta el oro a Estados Unidos.

Igualmente se coronaron el británico Andrew Pozzi, en los 60 con vallas (7,46 seg), Francine Niyonsaba, de Burundi, en los 800 metros para damas (1.58.31 m) y la serbia Ivana Spanovic, en salto largo (6,96 m), todos con las mejores marcar del año.

El garrochista francés Renaud Lavillenie se llevó su tercer título mundial en pista cubierta (5,90 metros), mientras que los etíopes Yomif Kejelcha y Samuel Tefera dominaron los 3000 metros (8.14.41  m) y los 1500 (3:58.19 m), respectivamente.

La próxima edición será en Nankín-2020.