La Habana, 23 may. (JIT) Volver a reinar en el salto de longitud en Juegos Centroamericanos y del Caribe -después de 20 años sin coronas-, es incentivo para las nuevas figuras del atletismo cubano, que debutarán en Barranquilla 2018.

El campeón mundial bajo techo Juan Miguel Echevarría y el monarca del orbe entre juveniles y cadetes, Maikel Massó, deben ser los encargados de asumir esa responsabilidad, en una cita en la que cada título contará mucho para los propósitos de la delegación antillana.

El gran Iván Pedroso fue el último que inscribió su nombre en el trono de esa especialidad, cuando se consagró en la cita de Maracaibo 1998 con registro de 8,49 metros, récord vigente para la competencia.

Paradójicamente, Iván –dueño de nueve cetros a nivel del orbe- solo reinó una vez en la región. Un fenómeno que, por cierto, no es exclusivo del cubano, pues nadie ha podido repetir el triunfo en esta prueba.

La longitud ente hombres se incluyó en el programa de los Juegos desde la cita fundacional en 1926 y han sido 21 los títulos repartidos, siete de ellos guardados en vitrinas cubanas.

Norberto Terrier fue el primero en conseguirlo en 1935 y le siguieron luego Claudio Cabrejas (1954), Abelardo Pacheco (1970), David E. Giralt (1978), Jaime Jefferson (1986), Juan F. Ortiz (1990) y el ya mencionado Iván.

Ahora, Echevarría y Massó se vislumbran como favoritos para acceder a ese premio, sin desconocer otras individualidades e el área como el mexicano Luis Rivera, Tyrone Smith, de Bermudas, y quizás David Registe, de Dominica, ganador en Veracruz 2014.

Sin embargo, ninguno de ellos parece apto en estos momentos para oponerse al dúo cubano, en especial a Juan Miguel, quien es el de mayor progresión en la presente temporada.

«Nunca subestimo a ningún contrario, pero mi principal rival es Juan Miguel Echevarría», dijo el dueño de marca de 8,46 metros en salas techadas y 8,40 al aire libre, este último fijado en Camagüey hace apenas dos meses.

«Es un pensamiento que me ha venido inculcando mi entrenador Daniel Osorio, y realmente me ha dado resultados hasta en los entrenamientos, porque yo soy quien más puedo atentar contra lo que queremos», añadió en conversación con JIT desde Alemania, donde realiza una base de preparación.

Para el jovencito de apenas 19 años la cita regional será como extender su experiencia en Juegos Escolares. Por primera vez asistirá a una cita múltiple internacional y asegura que llegará con muchas expectativas.

«Me los imagino así como cuando iba a unos Escolares, claro con otro nivel, pero una competencia en la que podía compartir con boxeadores, judocas, peloteros… Y lo que más quiero es disfrutarlo así como lo hacía cuando era escolar y aprender para otras competiciones multidisciplinarias», confesó.

Echevarría y Massó parecen destinados a reavivar las emociones que se disfrutaban en anteriores épocas con el salto de longitud y deben ser los protagonistas en este ciclo, con el sueño de una medalla en Tokio 2020.

«Ahora lo primero será cumplir con mis propósitos, poder aportarle a la delegación con mi resultado para que cuba mantenga la hegemonía a nivel centroamericano», aseveró Echevarría sobre el primer paso de ese camino que iniciará con Barranquilla.