Barranquilla, 19 jul (RHC) La última vez que la campeona mundial y subtitular olímpica Yoanka González compitió con las cuatro letras de Cuba, era noviembre de 2014.

Ahora “la Yoya” renace en los pedales de varias chicas que siguen poniendo bien alto el nombre de su país en el ciclismo.

Una de sus herederas, Arlenis Sierra, competirá este viernes en Barranquilla 2018 en la difícil contrarreloj, y entre sus principales animadoras tendrá desde la tribuna a la gran Yoanka.

En entrevista con Radio Habana Cuba expresó: “Estoy muy contenta por ser parte del grupo de apoyo a nuestros atletas en este evento. En el caso del ciclismo les ofreceré consejos a las muchachas y si necesitan de mí, estaré para apoyarlas. Será un momento muy emotivo, pues me recuerda mi carrera en el equipo Cuba de ciclismo, rememoraré mis tiempos de atleta. Desde el lugar que esté, las voy a vitorear”

Para Yoanka el ciclismo cubano goza de buena salud en la rama femenina, pues posee a dos figuras jóvenes con nivel mundial, Arlenis Sierra y Marlies Mejías, quienes encabezan el equipo que defenderá los colores patrios en Barranquilla 2018.

“Estoy contenta de que Cuba tenga esa posibilidad que no teníamos antes, y pienso que el equipo dará en estos juegos lo mejor de sí pues es algo que no se da todos los días y siempre debemos aspirar en grande”, afirmó.

González fue seleccionada en trece ocasiones entre los Atletas del Año en Cuba, incluida en tres oportunidades en la decena de los más sobresalientes del país. Para muchos fue una especie de abre caminos en el ciclismo en la Mayor de las Antillas.

Colocó a la Isla mayor de las Antillas en el medallero histórico de su disciplina en Juegos Olímpicos con la presea de plata en la carrera por puntos en Beijing, 2008.

En esa misma especialidad le proporcionó al nuestro verde caimán su primer metal en campeonatos mundiales, al obtener bronce en Stuttgart, Alemania, en 2003 y en la justa del orbe realizada en Melbourne, Australia, en 2004, se convirtió en la primera pedalista criolla en coronarse a ese nivel, al vencer en la prueba de scratch.

En Santo Domingo, 2003, marcó un hito al iniciar el sendero dorado de las chicas de las bielas y los pedales en Juegos Panamericanos, al imponerse en la ruta. En citas de ese tipo se colgó en el cuello dos medallas áureas, tres de plata y dos de bronce.

Ganó seis medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2-2-2) y de las fases de la Copa del Mundo regresó vestida de oro de Moscú, en 2005, cuando triunfó en el scratch, y de la ciudad inglesa de Manchester, donde dominó la carrera por puntos, en 2007.

Pero su palmarés no solo refleja esas hazañas, para ella su mayor triunfo vino de la mano de su pequeña Yaineh.

“Una meta bien grande es ser madre, lleva mucho tiempo y dedicación. Es una carrera constante donde mi meta es que mi hija sea cada día mejor, que estudie, quiera su gente, a su país, a su patria y sobre todo que olvide sus raíces”, aseguró.

“No sé si será ciclista hasta ahora creo que será bailarina. Es una carrera bien bonita y decida lo que decida yo la apoyaré”, concluyó.