La Habana, 13 ago (JIT) Fidel es el deporte cubano, y así lo evoca hoy la familia de este sector en el aniversario 92 de su natalicio.
Fue él quien concibió, chequeó, impulsó y estimuló cada uno de los pasos que generaron el sistema del que disponemos, caracterizado por su carácter inclusivo, humano e integrador, como la propia Revolución.
Lo proyectó hacia el futuro y le dio un seguimiento marcado por su acercamiento constante y familiar, convirtiéndose en parte del mismo, un tesoro que marca ese vínculo.
Gracias a eso fue identificado por atletas y entrenadores como alguien especialmente cercano a sus desempeños, rompiendo barreras y erigiéndose paradigma de preocupación por ellos.
Se hizo habitual en los escenarios de competencia y preparación, e indagó hasta los más mínimos detalles.
Fue muy sensible ante determinados fracasos, estimuló como nadie en medio de lesiones u otros problemas, defendió como un padre la integridad de los suyos y libró una y mil batallas en ese empeño.
Resultó un privilegio tenerle tan cerca, y ello se convierte en compromiso permanente.
Al deporte cubano le sobran razones para seguir sabiéndole junto a nosotros, y así le sentimos de especial manera este 13 de agosto.
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