La Habana, 7 jun (JIT) Oscar Pino acaba de concretar un hazaña deportiva: ganar los títulos nacionales de lucha grecorromana y libre en las divisiones superiores, los 130 y 125 kg, respectivamente.

Mario Olivera, otrora monarca mundial en el estilo clásico, dijo a JIT que el empeño de “doblar” solo lo asumieron antes Bárbaro Morgan y Cándido Mesa, y siempre en lides extranjeras, para reportar la mayor cantidad de triunfos a Cuba.

«En Cuba, en los certámenes nacionales, no recuerdo algo como esto», nos aseguró el ahora entrenador del equipo nacional.

Lo cierto es que Pino se alzó primero con la corona en la lucha grecorromana, y el jueves se apoderó del trono en el estilo libre, para confirmar su esfuerzo con vista a los Juegos Panamericanos de Lima y a los Olímpicos de Tokio 2020.

Todos coincidiremos en que dejar a Pino en Cuba, ante el inexorable hecho de coincidir en época con el astro Mijain López, solo sería opción si Cuba tuviera a un luchador de gran nivel en el estilo libre.

Pero como no existe, y ahora menos que Yudennis Alpajón ha causado baja por enfermedad, el tránsito de Pino al estilo libre es muy oportuno.

Este año el capitalino ya intervino en la Copa del Mundo de Yakust y el Campeonato Panamericano de Buenos Aires, con loables resultados en el estilo libre.