Con esa cifra se colocó entre los 24 finalistas del all around- donde ganó plata hace cuatro años y fue quinto en Montreal-2017- y alcanzó una de las 12 plazas para Tokio otorgadas para los gimnastas que no clasificaron con sus equipos.

Su mejor nota cristalizó en el caballo de salto (14.633 puntos), mientras que en la barra fija logró (13.866).

Aunque la puntuación del all around clasificatorio está lejos de la que le dio un inédito metal de plata en Glasgow-2015 (90.698 puntos), expertos consideran que para el santiaguero es un regreso notable a la élite, luego de meses alejado de la gimnasia y sufrir un inesperado cambio de entrenador previo a la cita.

El mejor gimnasta cubano de la actualidad fue intervenido quirúrgicamente en dus dos muñecas a principios de abril y se perdió los Juegos Panamericanos de Lima (julio-agosto), pero poco después comenzó a ejercitarse en la Escuela Nacional de Gimnasia bajo supervisión médica.

Su asistencia al Mundial estuvo en duda hasta último momento, pero gracias a su rápida recuperación, su férrea voluntad y el trabajo del cuerpo médico y el grupo de entrenadores pudo asistir a Stuttgart-2019.

Los otros dos cubanos que compitieron en el concurso uno, Randy Lerú y Rafael Rosendi, estuvieron por debajo de lo esperado.

Cuba solo llevó cuatro gimnastas al Mundial en busca de boletos para directos para Tokio-2020, aunque todavía tienen otras oportunidades de clasificación.

Ya la única fémina del cuarteto, Marcia Videaux, había sellado su boleto olímpico el sábado, al quedar en el puesto 53 entre más de 150 gimnastas en el concurso uno, resultado que le reportó uno de los 20 cupos otorgados a las chicas que no clasificaron con sus equipos para Tokio.