Después de la decisión de la presidenta del Comité de Competición de la RFEF, Carmen Pérez, quien dictaminó no jugar ni viernes ni lunes, los responsables de la lid retrasaron su apertura.

Además para la jornada uno y con el fin de evitar perjuicios deportivos irreparables a los clubes afectados la entidad dispuso cambiar los horarios de la fecha inicial.

De esta manera, el primer partido de la temporada será el Eibar-Celta, que se disputará el sábado a las 14:00, hora local.

Según los directivos de la justa española, pedirán 'medidas cautelares' al Consejo Superior de Deportes para permitirle jugar viernes y lunes.

La disputa por los partidos lunes y viernes opone a la RFEF y la liga española desde hace más de un año, con la Federación en contra de celebrar encuentros los lunes y viernes, al alegar que perjudica la presencia de espectadores en los estadios.

El 6 de octubre ambas partes volverán a presentar sus razones ante un juez, encargado del litigio entre ambas instituciones.

Este magistrado ya reclamó la pasada campaña a ambas entidades negociar para llegar a un acuerdo, ya que la RFEF estaría dispuesta a autorizar compromisos lunes y viernes a cambio de una compensación económica.