La Habana, 30 sep (PL) Los Angeles Lakers y Miami Heat disputarán desde hoy las finales de la estadounidense Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), con altas expectativas y mucho simbolismo en juego.
El astro LeBron James, que ganó sus dos primeros títulos como jugador del Heat, ahora se enfrenta a su antigua organización con el incentivo de darle a los Lakers una corona esquiva desde hace una década.
De cara a sus décimas finales, James aseguró que el título será especial por las circunstancias, no por el rival, aunque su salida de Miami nunca sentó bien, sobre todo para quienes soñaban con una dinastía.
'Si puedes salir victorioso de las finales, no importa contra quién esté', dijo James, aunque su compañero Anthony Davis considera que al 'Rey' le importa más de lo que quiere admitir.
El Heat llega a la discusión del título tras barrer a Indiana Pacers en cuatro partidos, eliminar en cinco al favorito Milwaukee Bucks y en seis a unos Boston Celtics que siguen sin hacerse justicia.
A su vez, sendos triunfos 4-1 sobre Portland Trail Blazers, Houston Rockets y Denver Nuggets le abrieron a LeBron las puertas de sus décimas finales en 17 años de trayectoria profesional.
A priori, el Heat exhibe una banca más profunda, que le permite repartir su ofensiva, y sus jugadores tienen la suficiente dureza mental para hacer su trabajo sin la necesidad de ser el foco de atención.
El novato Tyler Herro ha jugado con la frialdad de un veterano, Jimmy Buttler pone el carácter, Goran Dragic desestabiliza y Bam Adebayo impone.
Por los Lakers, Davis y LeBron son las estrellas a cuyo alrededor orbitan veteranos mañosos como Dwight Howard, Danny Green y Rajon Rondo, y jóvenes con explosiones de talento como Kyle Kuzma y Alex Caruso.