La Habana, 1 feb (JIT) Con el triunfo del anfitrión Jorden Van Foreest, concluyó el torneo Tata Steel de ajedrez, que despidió su versión 83 en Wijk aan Zee (Países Bajos).
Situado en el puesto 67 del ranking mundial con 2 mil 671 puntos Elo, el joven de 21 años no era el favorito de nadie para imponerse en un certamen que reúne a varios “monstruos” del planeta, entre ellos el noruego campeón absoluto Magnus Carlsen.
Sin embargo, en el deporte todo es posible y Van Foreest hizo mejor su tarea en esta fecha del adiós. Venció al sueco Nils Grandelius para llegar a 8,5 puntos, una cifra también alcanzada por su compatriota Anish Giri luego de tablas con frente al español David Antón.
Giri (número 11 del ranking) era el señalado para hacerse del triunfo, incluso desde la fecha anterior pudo “agarrar” el cetro, pero es evidente que no estaba para él.
Según las reglas del certamen, en caso de empate los involucrados debían enfrentarse en un match de partidas rápidas y una vez más las cosas no salieron bien para Giri.
Dos tablas consecutivas dejaron lista la escena para el duelo conocido como “todo o nada” y aportaron emoción al final. Así lo describió en su página web el diario español El País: «El desempate rápido fue tremendo. Después de dos empates en la modalidad relámpago se llegó a la muerte súbita: cinco minutos para Giri con blancas, obligado a ganar, y cuatro para Van Foreest, quien logró una posición totalmente ganada y con más tiempo. Pero de pronto cometió un error garrafal y quedó perdido. Sin embargo, a Giri apenas le quedaban unos segundos, cometió un fallo muy grave y se rindió».
Van Foreest no solo logró ganar 30 puntos Elo y superar por primera vez la barrera de los 2 mil 700, se convirtió también en el primer neerlandés que se lleva el trofeo de este torneo luego de que su coterráneo Jan Timman los hiciera hace 36 años, en 1985.
Razones soban para guardar en la memoria esta 83 edición del evento como histórica. Se desarrolló en una inusual situación provocada por la pandemia de la COVID-19, estrictas medidas de bioseguridad y sin público en la instalación, pero además es sin dudas el peor torneo de su carrera para Carlsen.
El noruego quedó sexto con 7,5 puntos de 13 posibles, un resultado que quizás para otros fuera aceptable… no para el hombre que ha sido casi imbatible en los últimos años.
«Mi actuación es vergonzosa. Me sentía bien cuando llegué tras mis vacaciones, y mejor aún tras ganar en la primera ronda. Pero luego empecé a cometer un error tras otro, un día sí y otro también. Por fortuna, he ganado dos de las cinco últimas, y eso me reconforta un poco para seguir trabajando. Es mi único consuelo», declaró a El País.