Les Bleus cedieron en la lotería de los penaltis en los octavos de final, después de un trepidante partido en el cual la pizarra de la Arena Nacional de la capital rumana reflejó un empate a tres en 120 minutos de juego.
'Yo asumo mis responsabilidades. El mérito cuando se gana es de los jugadores, y cuando se pierde, es mi responsabilidad', afirmó el técnico de los galos, Didier Deschamps, al culminar el encuentro, que tuvo como 'villano' al estelar Kylian Mbappé, el único en fallar desde los 11 metros.
En declaraciones al canal TF1, que transmitió el partido en Francia, el exfutbolista acotó que así es el deporte, y mostró tristeza por la derrota en un choque que su equipo lideraba 3-1 a solo 10 minutos del pitazo final, gracias a un doblete de Karim Benzema y un golazo de Paul Pogba.
Los penaltis son crueles, sin dudas merecíamos más, pero así es el fútbol, dijo Deschamps, muy criticado por su constante cambio de sistema de juego durante el torneo, al punto de que el diario especializado L'Équipe publicó esta noche que el técnico 'se equivocó de sistema desde el principio' y 'dio la impresión de no controlar nada durante la Euro'.
Por su parte, el arquero y capitán Hugo Lloris calificó de dolorosa la eliminación y lamentó la incapacidad de Les Bleus de mantener una ventaja de 3-1, la cual en los últimos años lograron preservar casi siempre.
Idéntica decepción manifestó el defensor Raphael Varane por los dos goles encajados en las postrimerías del partido, el descuento de Haris Seferovic en el minuto 81 y el empate en el 90 de Mario Govranovic.
La imagen de un Mbappé cabizbajo abunda en las reseñas de los diarios en sus páginas digitales, en las cuales las palabras desilusión y tristeza recuerdan lo que vive un país esperanzado en la tercera corona de la Eurocopa, una cantidad que solo lucen España y Alemania, selecciones aún en competencia.
El mejor equipo del planeta por el nivel de sus jugadores engrosó la lista de los que han decepcionado a sus parciales, desde el campeón defensor Portugal, superado por la poderosa Bélgica 1-0 en octavos, hasta Países Bajos, incapaz de hacer la tarea frente a una República Checa tan desinhibida como la Suiza de esta noche.
'Yo asumo mis responsabilidades. El mérito cuando se gana es de los jugadores, y cuando se pierde, es mi responsabilidad', afirmó el técnico de los galos, Didier Deschamps, al culminar el encuentro, que tuvo como 'villano' al estelar Kylian Mbappé, el único en fallar desde los 11 metros.
En declaraciones al canal TF1, que transmitió el partido en Francia, el exfutbolista acotó que así es el deporte, y mostró tristeza por la derrota en un choque que su equipo lideraba 3-1 a solo 10 minutos del pitazo final, gracias a un doblete de Karim Benzema y un golazo de Paul Pogba.
Los penaltis son crueles, sin dudas merecíamos más, pero así es el fútbol, dijo Deschamps, muy criticado por su constante cambio de sistema de juego durante el torneo, al punto de que el diario especializado L'Équipe publicó esta noche que el técnico 'se equivocó de sistema desde el principio' y 'dio la impresión de no controlar nada durante la Euro'.
Por su parte, el arquero y capitán Hugo Lloris calificó de dolorosa la eliminación y lamentó la incapacidad de Les Bleus de mantener una ventaja de 3-1, la cual en los últimos años lograron preservar casi siempre.
Idéntica decepción manifestó el defensor Raphael Varane por los dos goles encajados en las postrimerías del partido, el descuento de Haris Seferovic en el minuto 81 y el empate en el 90 de Mario Govranovic.
La imagen de un Mbappé cabizbajo abunda en las reseñas de los diarios en sus páginas digitales, en las cuales las palabras desilusión y tristeza recuerdan lo que vive un país esperanzado en la tercera corona de la Eurocopa, una cantidad que solo lucen España y Alemania, selecciones aún en competencia.
El mejor equipo del planeta por el nivel de sus jugadores engrosó la lista de los que han decepcionado a sus parciales, desde el campeón defensor Portugal, superado por la poderosa Bélgica 1-0 en octavos, hasta Países Bajos, incapaz de hacer la tarea frente a una República Checa tan desinhibida como la Suiza de esta noche.
