Selección cubana de fútbol
Basseterre, 15 nov (JIT).- La visita de la selección cubana de fútbol a San Cristóbal y Nieves se saldó con una derrota de dos goles por uno.
Eso le deja la tarea de remontar en el estadio Antonio Maceo, en el partido de vuelta, para seguir en disputa de las preliminares de la Copa Oro 2025.
El resultado no se ajustó estrictamente a la calidad que mostraron ambos equipos en la cancha, pues el cubano daba fe de mejor fútbol que el local.
Sin embargo, Yunielys Castillo, seleccionador del Tricolor, deberá apuntar en su agenda la tibieza defensiva que costó el primer gol de los Sugar Boyz, marcado por Sawyers al minuto ocho.
Con el gol en contra los visitantes debieron subir una cuesta empinada más por las dificultades para concretar el dominio que por exigencias impuestas por los anfitriones, frente a los cuales mantuvieron el 70 % de la posesión del balón y a quienes doblaron en pases.
Antes del descanso, Paradela capitalizó un desborde del lateral Orlando Calvo, cuyo centro envenenado dejó pasar el delantero Maikel Reyes para colocar al matancero en condiciones de anotar.
Pero apenas comenzó el complementario el equipo de la Mayor de las Antillas permitió otra diana a balón parado que devino en pesado lastre y a la postre se antojó definitivo para el marcador adverso.
«No fuimos contundentes. Desaprovechamos la tenencia del balón y nos faltó ser incisivos en ataque. De la misma forma cometimos errores infantiles en defensa que nos cuestan dos goles y eso resulta incompatible con la victoria», analizó Castillo para JIT.
El capitán cubano peleaba cada balón, se movió por la banda, pisó el área y hasta reclamó penal en una jugada que las árbitras no apreciaron, como muchas veces no vieron los constantes agarres a Maikel Reyes, y sí pitaron con riguroso criterio a los Leones del Caribe, al punto de dejar molestia visible en estos.
Eso derivó en un final trabado, deslucido por los choques y la abierta determinación de los de casa de romper el orden e imponer el juego físico, y ello costó una tarjeta roja al artemiseño Calvo.
La mirada más positiva que permite el resultado descansa en el hecho de la valía del gol de visitante, y en que aún quedan 90 minutos de fútbol, esta vez en cancha cubana, el próximo día 18.
Aunque con la obligación de ganar para los de Cuba, quienes no encontraron conformidad ni consuelo en el desenlace, porque no mora la satisfacción en la derrota.