Aunque no defenderá el título mundial bajo techo la pertiguista cubana Yarisley Silva aseguró que continúa entrenado fuerte y motivada para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, su prioridad competitiva en el actual año.
«A todos quiero decirles que estoy bien aunque es cierto que no iremos a Portland. Mi entrenador y yo hemos tomado esta decisión porque es lo mejor de acuerdo con mi estado de forma actual», publicó en su perfil de Facebook la también titular universal al aire libre.
La inicialmente considerada entre las principales cartas de la isla para la cita en pista cubierta a disputarse del 17 al 20 de marzo en esa ciudad estadounidense tuvo que abandonar la gira de preparación por Europa tras el accidente sufrido por su pareja, el saltador de altura Sergio Mestre.
Ese contratiempo y algún déficit de entrenamiento arrastrado desde principios de año condicionaron el cambio de plan, que parece acertado para concentrar los esfuerzos hacia la justa olímpica, donde buscará el único oro que le falta.
«En un mes no era posible alcanzar la mejor condición física y técnica para participar en una competencia tan exigente como esta», agregó en torno a la justa que sí debe reunir a otros cubanos.
«Aquí seguimos entrenando fuerte y con mucha motivación para llegar a Río en la mejor forma y poder obtener resultados que nos alegren, tanto a mí como para mi país. Muchos besos...», escribió Yarisley a sus seguidores.
Hace dos años la pinareña triunfó en la versión de Sopot, Polonia, con marca de 4,70 metros convertida entonces en lo mejor de su temporada.
En el 2015 se consolidó con su segundo cetro en Juegos Panamericanos y el primero del orbe en Beijing, cuando otra vez derrochó valentía en una porfía repleta de tensiones.
Su gran reto ahora es guiar las aspiraciones del atletismo cubano en un torneo olímpico que también se espera provechoso para otras especialidades como el disco entre féminas y el triple salto para hombres