La Habana, 16 dic (RHC)- En la misma avenida habanera donde abriera sus puertas en 1917, en el Paseo del Prado o Martí, número 157 entre Refugio y Colón, renació hoy la perfumería francesa Casa Guerlain de la mano de la compañía de turismo Habaguanex y del distribuidor galo Saint Remy Trading S.A.

Ahora la perfumería regresa al mismo escenario de aquellos momentos, gracias al impulso del historiador de La Habana, Eusebio Leal, animador sin igual de muchos de los proyectos emblemáticos.

La gerente de marca de Saint Remy, Susel Ferrán, durante la reapertura de la novedad este fin de semana, recordó que pronto cumplirá 100 años desde que la Casa Guerlain llegara a Prado como signo del glamuroso mercado francés y europeo.

Guerlain tuvo en su época inicial el propósito de expandirse hacia otros horizontes y para ello escogió a Latinoamérica, y un pequeño mercado como Cuba, es así como en 1917 abren la primera Boutique Guerlain fuera del viejo continente, franquicia de la casa matriz parisina.

Por su parte, Saint Remy, compañía francesa con más de 20 años en el mercado cubano, y distribuidor exclusivo de las más prestigiosas y mundialmente conocidas marcas de perfumes, otorga espaldarazo apropiado al proyecto de retomar dicha vitrina.

El propio presidente en Cuba de Saint Remy, Christian Fournie, desde 1996 persistió en lograr este renacimiento, inisistió Ferrán.

Esta compañía, trae en la actualidad a Cuba algunas de las más reclamadas fragancias del mundo como Dior, Givenchy, Hermes, Versace, Mugler, Azzaro, Loewe, Issey Miyake, Narciso Rodríguez, y Dolce & Gabbana.

En 1828 Pierre-François Pascal Guerlain fundó el primer negocio de perfumes que llevan su nombre en un pequeño local en las cercanías del centro de París.

Guerlain creó fragancias únicas en su tipo al lado de sus dos hijos, Gabriel y Aimé, cuando juntos tuvieron tanto éxito que abrieron una tienda emblemática en 1840, en la capital francesa.

Sin embargo, no fue hasta 13 años después, cuando lanzaron su fragancia más famosa Eau de Cologne Imperiale (Agua de colonia imperial), con la que impresionó a la familia real de Francia.

Actualmente sólo en París existen siete boutiques, así como otras tiendas exclusivas en Frankfurt, Milán, Hong Kong y Singapur (ahora La Habana), y vende sus fragancias en Europa, Estados Unidos, Asia y Oceanía, África y Medio Oriente.