La Habana, 11 de jul (RHC). El Banco Mundial ha alertado de que las consecuencias hasta ahora visibles de la guerra en Siria “son solo la punta del iceberg”, en base a un estudio en el que ha evaluado el impacto económico y social del conflicto a principio del presente 2017, más allá de las pérdidas en términos humanitarios.
“La guerra de Siria no sólo ha acabado con miles de vidas, ha destruido factores productivos y ha reducido gravemente la conectividad económica, reducido los incentivos para llevar a cabo actividades productivas y roto las redes económicas y sociales, así como las cadenas de suministro”, ha dicho el Banco Mundial en el informe.
El texto revela que alrededor de 538.000 empleos se han destruido cada año durante los primeros cuatro años del conflicto armado y que la tasa de desempleo entre los jóvenes ha alcanzado el 78 por ciento.
En cuanto al sistema sanitario, se estima que hay más muertes por la falta de acceso a los servicios médicos que como resultado directo de los combates; mientras que el sistema educativo se ha visto igualmente perjudicado por los daños en las escuelas, así como por el uso de estas instalaciones como bases militares.
Además, la escasez de combustible ha reducido el suministro de electricidad en las principales ciudades de la nación árabe a unas dos horas diarias, por lo que los servicios básicos se han visto afectados.
“La guerra en Siria ha desgarrado el tejido social y económico del país”, ha declarado el vicepresidente del Banco Mundial para Oriente Próximo y el Norte de África, Hafez Ghanem. “El número de víctimas es devastador, pero la guerra también está destruyendo las instituciones y los sistemas que las sociedades necesitan para funcionar”, ha subrayado.
con informacion de cubadebate