La Habana, 15 dic (RHC) Aún con las afectaciones provocadas por el intenso huracán Irma, los más de 20 mil cubanos vinculados con la producción arrocera se proponen vencer sus metas productivas previstas en el plan de la economía para este 2017.
De 197 mil toneladas de arroz consumo previstas, hasta noviembre ya habían producido 180 mil y el resto lo alcanzarán en lo que resta del actual mes de diciembre, programa crucial de la agricultura muy vinculado con la sustitución de importaciones.
Israel Lugo, jefe del departamento técnico productivo, de la División Tecnológica del Arroz, del Ministerio de la Agricultura, explicó que dada las favorables condiciones con la actual disponibilidad de agua en los embalses, el plan para el 2018 crecerá en casi 30 mil toneladas, con rendimientos de casi 5 toneladas por hectárea, los que se ubican entre los más altos a nivel mundial.
Esos son los rendimientos de países grandes productores de arroz a nivel del planeta como son los casos de Tailandia, Estados Unidos y Viet Nam, por solo citar algunos ejemplos, lo que dice mucho de lo que se ha avanzado en cuanto a eficiencia en el Programa de Desarrollo Arrocero, concebido hasta el año 2013, fecha en que la nación deberá estar muy cerca de las 700 mil toneladas del cereal que necesita Cuba para su abastecimiento total.
En las provincias cubanas de Granma, Santi Spíritus y Pinar del Río se ubican los principales productivos arroceros, aunque excepto Santiago de Cuba y Guantánamo todas las provincias tributan al balance nacional.
La provincia de Granma ha estado afectada en los últimos días por intensas lluvias que motivaron la paralización momentánea de la cosecha, pues ya fue reiniciada y la molinería nunca dejó de trabajar, agregó el funcionario.
Según el programa concebido ya en el 2018 se alcanzarán unas 224 mil toneladas de arroz consumo y para el 2026 la cifra prevista es 538 mil toneladas, de manera que con los ritmos de incrementos previstos cada vez será menor la cifra a importar desde el exterior, hasta llegar a cero que es la principal meta de los técnicos, dirigentes y demás trabajadores arroceros cubanos, una parte importante de los cuales son campesinos incorporados al movimiento cooperativo.
Fuente: RRebelde/José Cabrera Peinado