Por Roberto F. Campos

La Habana, 21 oct (PL) La reciente conclusión del concurso de fotografía submarina internacional Fotosub 2018 confirmó el auge en Cuba de la náutica recreativa, modalidad de gran atención en el mundo.

Al ser este país un archipiélago, con fondos muy bien conservados, otorga a la náutica un espaldarazo particular, como es el caso de los concursos de fotografía sumergida.

Pese a estas perspectivas, las autoridades deben tener muy en cuenta que se trata de prácticas interesantes pero costosas, que necesitan barcos, implementos y, sobre todo, personal bien capacitado y actualizado, junto a un mecanismo de mercadotecnia dirigido a los mercados de estas modalidades.

Fotosub (Cienfuegos, mediados de octubre) tuvo la presencia de 30 expertos que se interesaron en este escenario por sus excelentes fondos, de tal suerte que la competición la repetirán en el mismo lugar el año próximo.

Esta competencia es anual, y con anterioridad tuvo habitual escenario en aguas de Cayo Largo del Sur y del Hotel Cólony en la Isla de la Juventud.

Sin embargo, uno de los problemas que esos lugares anteponían a las pruebas era los largos trayectos de más de media hora en barcos hasta el lugar de las inmersiones, frente a los 200 metros y unos 15 minutos de los puntos de descenso en el caso de Cienfuegos.

De cualquier manera, estos elementos están entre las preocupaciones de las autoridades que organizan tal modalidad en la que se incluyen buceo contemplativo, fotografía sumergida, excursiones, yatismo, velerismo, pesca de la aguja y otras especies, entre muchas que llaman la atención.

El mar y la protección medioambiental, lo conjugan las autoridades con expertos encargados del estudio de los fondos, sus posibilidades e incluso las cargas posibles de turistas en diferentes áreas de la isla.

Oportunamente, el director general de la empresa de Marinas y Náuticas de Cuba Marlin S.A., Domingo Cisneros, comentó la satisfacción por el trabajo llevado a efectos hasta la fecha y los planes para el futuro.

El directivo dijo que las Marlin cuentan con un plan para 2030 que incluye fortalecer el producto náutico de esta nación, donde los cayos del norte y sur de Cuba ocupan un importante espacio.

Precisamente elogió en su momento las condiciones favorables de los cayos del norte de Villa Clara (Las Brujas, Ensenachos y Santa María) contenidos en sus planes. Las Marlin (15 años de fundadas) cuentan en la actualidad con cinco marinas internacionales, ocho bases náuticas y 296 embarcaciones.

Esta compañía posee potencialidades sobre todo en materias como el buceo y la organización anual de tres importantes certámenes como el Ernest Hemingway de pesca de la aguja (La Habana), el Fotosub (ahora en Cienfuegos, centro-sur) y el de pesca (Jardines del Rey, centro-norte).

Cuba cuenta con más de cuatro mil islotes que permiten la navegación y excursiones sorprendentes. Cisneros adelantó que pretenden acortar las distancias entre las marinas internacionales cubanas que se encuentran en La Habana, Varadero, Santiago de Cuba, Cienfuegos y Cayo Largo (toda la isla).

El año pasado las Marlín atendieron en sus planes de náutica a 542 mil personas, con fuerte proceso de inversión que exhibe el gasto de 14 millones de dólares en nuevos cinco catamaranes y otras embarcaciones de recreo. Los principales mercados de Marlín son Canadá, Estados Unidos y Europa.

De destaque principal en cuanto a demandas están la pesca al Fly y el buceo.

Estos datos, incrementar el personal capacitado e incrementar la infraestructura, beneficiarían planes inteligentes y bien coordinados para lograr un futuro promisorio para la náutica recreativa cubana, con fuerte espacio para el buceo.