La Habana, 5 abr (RHC) La recién estrenada planta desfibradora de coco del municipio Baracoa, en la oriental provincia de Guantánamo, logra la exportación de las primeras 20 toneladas de un polvo extraído del carapacho de ese fruto, demandado internacionalmente en la elaboración de un sustrato que se emplea como abono para cualquier cultivo.
La línea de producción novedosa en nuestro país está dada durante el proceso de obtención de fibras cortas de coco seco. La tonelada de ese serrín fue cotizada a 400 dólares por un cliente chileno especializado en labores hortícolas y de jardinería.
Celia Creagh, directora técnica, productiva y comercial de la empresa provincial Industrias Locales Varias Guantánamo, informó que en la planta baracoense se obtiene el mencionado polvillo, que es la base de un abono natural rico en nitrógeno, sodio, magnesio, carbono, calcio y potasio, y que en la actualidad Cuba adquiere en el mercado extranjero.
Precisamente por eso, agregó, elaboran un proyecto para obtener el financiamiento que le permita sustituir la importación de ese producto a partir de las condiciones que existen en la moderna planta, instalada a un costo de 330 mil pesos y más de 68 mil dólares, como parte de las inversiones que se ejecutan para el encadenamiento productivo de ese cultivo,
Añadió la funcionaria que no cuentan con la materia prima que le permita poner a plena capacidad la planta (puede procesar hasta dos toneladas de caparazones por hora), en los próximos días exportarán el primer lote de fibras cortas y largas, para la que han encontrado clientes en Centroamérica y Europa que emplean esa materia prima en la fabricación de colchones y alfombras, fundamentalmente.
En el empeño por agregar valor a sus producciones, los trabajadores de la planta comenzaron a fabrican vistosas y muy demandadas losas para falso techo a partir del empleo de las fibras cortas mezcladas con yeso.
La desfibradora también cuenta con un pequeño colectivo que se dedica, moderna tecnología de por medio, al procesamiento de la madera del bien llamado árbol de los 100 usos, empleada en la fabricación de muebles en una carpintería local habilitada igualmente como parte de un esfuerzo estatal para aprovechar las potencialidades existentes.
Es la respuesta del colectivo a las indicaciones del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, durante su visita de trabajo a este municipio en noviembre último, cuando llamó a poner a prueba la creatividad para sustituir importaciones y agregarle valor a las producciones en función del desarrollo económico de los territorios y del país. (Fuente: JRebelde).