Washington, 16 may (RHC) Tras el anuncio de que Pekín estaría estudiando la "posibilidad de deshacerse de los bonos del Tesoro de EE.UU.", Sourabh Gupta, miembro principal del Instituto de Estudios China – América, con sede en Washington, dijo a RT que si bien la medida sería contraproducente para el gigante asiático, también tendría consecuencias devastadoras para los mercados financieros globales.
Varios analistas han catalogado esta eventual decisión como la 'opción nuclear' de China, motivada por los aranceles impuestos por EE.UU. en el marco de la guerra comercial que libran ambos países desde hace varios meses.
"En ese caso, habría un caos absoluto en los mercados mundiales de divisas, y posteriormente en los mercados de valores globales", agregó el experto. Respecto a las tasas de interés, Gupta señaló que después de una volatilidad inicial importante, los efectos se tornarían "menos intensos".
De momento, China posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro, que si bien son solamente una fracción del total de los 22 billones de dólares de la deuda nacional de EE.UU., representan un 17,7 % de lo invertido entre todos los países en ello.
Pekín ha recortado en aproximadamente 4 % su participación en el mercado de bonos de Washington durante los últimos 12 meses, pero todavía ocupa el primer lugar entre los acreedores extranjeros.
Sin embargo, el especialista cree que aun si el conflicto comercial empeorara drásticamente, el país asiático no dejará por completo de comprar la deuda de la nación norteamericana. "Hasta que China se internacionalice y fotalezca por completo su moneda, simplemente no puede alejarse de los mercados de deuda de EE.UU.", afirmó el experto, tras señalar que "hay mejores vías para las represalias".
En este contexto, William L. Anderson, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Estatal de Frostburg, dijo a RT que los consumidores estadounidenses ciertamente sentirían la presión. Además, calificó el conflicto comercial como "innecesario y destructivo" y consideró que "tiene sus raíces en la administración de Donald Trump".
(Russia Today)