Por: Neisa Mesa del Toro

Ciego de Ávila, Cuba, 14 jul (RHC) Cuba, archipiélago rodeado de corrientes marinas que protegen sus costas, sobresale en el Caribe por las hermosas playas, muchas de prestigio internacional, y cada una con características distintivas y formaciones nativas únicas.

Varias son famosas como Varadero, Guardalavaca, Santa Lucía, y otras poco conocidas por ubicarse en zonas geográficas apartadas, pero que no dejan de impresionar a quienes la visitan.

Tal es el caso de Playa Pilar, en Cayo Guillermo, considerada por muchos turistas como la más bella y maravillosa del país.

Sus cálidas y transparentes aguas azul turquesa de disímiles tonalidades, y la inigualable naturaleza circundante, convierten al balneario en una riqueza natural en los cayos del norte de la central provincia de Ciego de Ávila.

Los fondos marinos, rodeados de encantadores formaciones coralinas, con abundantes variedades de peces, llaman la atención de los visitantes, pues justamente se encuentra la segunda mayor barrera coralina del continente.

Una gran franja de fina arena blanquecina, de casi un kilómetro de largo, lleva al turista a su encuentro por un sorprendente entorno natural, donde sobresale la mayor duna arenosa del Caribe, con unos 15 metros de altura.

Mareas bajas y tranquilas y la limpieza de las aguas estimulan al visitante a relajarse y disfrutar plácidamente de un baño con el vaivén sensorial y mágico del mar, y así aprovechar unas placenteras e inolvidables vacaciones.

Debido a la virginidad de sus áreas costeras y de estar protegida por enormes dunas, se considera entre los balnearios más bellos del mundo, avalado por los sondeos y las opiniones en sitios de Internet emitidas por turistas que la visitan cada año.

Justamente frente a Playa Pilar, a unos mil 500 metros, se localiza un breve arco de tierra llamado Cayo Media Luna, el cual al parecer reúne un concentrado de condiciones paradisíacas, principalmente en su área sumergida.

Cayo Guillermo, perteneciente al destino turístico Jardines del Rey es un islote de 13 kilómetros cuadrados, distante a unos 500 kilómetros de La Habana, cuyas bellezas deleitaron al Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway.

"Ved a Guillermo que verde y prometedor es... he descubierto donde los ibis han venido a comer", afirmó el escritor norteamericano al observar la belleza de esa porción de tierra y que detalladamente lo reflejó en su libro Islas en el Golfo.

Pilar fue el nombre elegido para denominar al balneario en alusión al yate de ese amigo de Cuba, que un día surcó los mares que rodean el país en busca de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

También se dice que el escritor solía pescar a bordo de El Pilar a la entrada del muelle de Cayo Guillermo, como lo reafirma un cartel y varias estatuas situadas en el lugar.

Las excelentes condiciones y temperatura del mar ubican a Cayo Guillermo en un lugar privilegiado para la realización de deportes náuticos, como el buceo, Boat Adventure, Kitesurf, pesca deportiva, paseos en catamarán y cable ski, entre otras atracciones.

Pero ese islote, además de sus excelentes playas de origen coralino, también sobresale por la diversidad de paisajes terrestres, donde abundan variadas especies de la flora y la fauna.

Conectado con Cayo Coco desde principios de la década de 1990, ese inigualable rincón cubano dispone de más de dos mil habitaciones en varios hoteles de las compañías españolas Iberostar y Meliá, y la india Muthu.

En los momentos actuales en que Cuba se enfrenta a la pandemia provocada por el coronavirus SARS-Cov-2 y Ciego de Ávila transita por la segunda fase de recuperación, las instalaciones turísticas de los cayos están certificadas para recibir a turistas foráneos.

Cada unidad tiene activado sus protocolos de higiene y seguridad para ofrecer una protección segura a los visitantes y evitar que se contagien con la Covid-19. (Fuente: Prensa Latina)