Gran Caverna Santo Tomás

La Habana, 18 enero (RHC) Sistema cavernario en Santo Tomás, en la occidental provincia de Pinar del Río es un ejemplo de fusión entre el turismo y la espeleología en Cuba.

Dicha cueva, constituye la mayor de su tipo en este país con 46 kilómetros de extensión y ocho galerías en diferentes niveles, donde la galería de la base está totalmente inundada de agua en 14 kilómetros, atravesando un mogote, o montaña aplanada típica del lugar.

Como enlaces se encuentran pabellones o dolinas, colapsados hace millones de años y paso entre un nivel y otro de exploración.

Para el recorrido se deparan por lo general dos galerías de fácil acceso, primero con caminata por el borde de la montaña por 300 metros, hasta llegar a la entrada.

La excursión dura una hora y 30 minutos, con salida por el mismo sitio de entrada (un kilómetros y 750 metros de recorrido), con 26 grados centígrados de temperatura y 80% de humedad, lo que hace la estancia dentro bastante fresca.

Esas dos galerías escogidas llevan por nombre La Avispa y La Perla, la primera por la abundancia de esos voladores, y la segunda por una formación interior resplandeciente, traducida por la imaginación humana.

En Santo Tomás se encuentran restos fósiles, charcas interiores, murciélagos, y otros animales, como un Perrito de montaña, más bien parecido a una lagartija 10 veces más grande, que escapa ante la presencia de los visitantes.

Provistos de cascos con linternas, los grupos de viajeros pueden evitar caídas por lo resbaladizo del piso, apreciar las bellezas del lugar y poder aferrarse, en algunos lugares, a cuerdas que facilitan la marcha, fuera descenso o ascenso.

Aguas que rejuvenecen, mitos y figuras completan una exploración que el guía siempre pone a disposición de grupos formados por 10 personas.
Las autoridades de este país potencian el turismo de naturaleza y entre sus bondades aparecen sitios interesantes como la Caverna de Santo Tomás, perfecto para quienes desean unas vacaciones activas. (Fuente: PL)