Washington, 21 may (RHC) El entramado financiero global ofrece señales claras de una nueva crisis, cuyas consecuencias serán graves para los países desarrollados, sostiene el experto Jim Rogers, uno de los inversores más reconocidos en el mundo.
De 73 años de edad, Rogers fundó en 1970 junto a George Soros el Quantum Fund, actualmente es el presidente de Rogers Holdings y Beeland Intereses, Inc, y acumula vasta experiencia en la predicción de fenómenos económicos a escala internacional.
Es de esperar que se vaporicen cientos de billones (millones de millones) de dólares de riqueza, así como el declive o la desaparición de "muchas viejas instituciones, partidos políticos, gobiernos y costumbres", estimó.
Citado por Wall Street Daily, el analista consideró que Estados Unidos, el país más endeudado del orbe, pagará un alto precio por la nueva crisis junto con el resto de los países desarrollados occidentales.
En opinión de Rogers, los indicadores económicos clave que aportan al inevitable el colapso son la acumulación masiva de la deuda y la inyección de dinero a los mercados.
La impresión de dinero sin cesar "corrompe la moneda", dijo en alusión indirecta a las prácticas de Occidente y en particular de Washington.
Otro fenómeno que avala el pronóstico de crisis es la expansión de derivados, desde 500 billones de dólares en 2008 hasta mil 200 billones este año, según datos del Fondo Monetario Internacional.
Además, la economía estadounidense entra en recesión, "por la razón que sea, entre cada cuatro y siete años", dijo Rogers en recientes declaraciones a la publicación Bloomberg.
"Hay una probabilidad del 100 por ciento de que Estados Unidos entre en recesión dentro de un año", aseveró el entrevistado.
"Han pasado ocho años desde la última, e históricamente las tenemos por la razón que sea entre cada cuatro y siete años", recalcó.
Tampoco puede pasarse por alto que "si los mercados de todo el mundo caen, todo el mundo pondrá su dinero en el dólar y esto podría convertirse en una burbuja".
"Lo que probablemente sucederá es que el dólar se convertirá en una burbuja. El oro, la plata y otros metales preciosos continuarán bajo presión", apuntó el economista en diálogo con la revista Forbes.
"Ahora, si estoy en lo correcto, venderé mis dólares en el momento adecuado y pondré el dinero en oro y plata, esa es probablemente la forma en que va a funcionar", agregó.