Caracas, 21 ago (RHC) El director del diario venezolano Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, acusó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de agudizar la ofensiva injerencista en los asuntos internos de Venezuela.

Desde el gobierno estadounidense estimulan la conjugación de fuerzas contra el país, aseguró el periodista en su columna Los Domingos de Díaz Rangel, publicada esta vez bajo el título Se le acaba el tiempo a Obama.

Para Díaz Rangel, hay indicios de que Washington nunca ha descuidado esa ofensiva, ni siquiera cuando le propusieron a la canciller Delcy Rodríguez iniciar conversaciones de paz, "porque simultáneamente otros voceros del Departamento de Estado" hicieron declaraciones provocadoras y altisonantes.

Asimismo, culpó a la Casa Blanca de conminar a vender una imagen distorsionada de la realidad venezolana y dividir algunos de los organismos internacionales a los que pertenece el país, para debilitar su impacto geopolítico.

Por su parte Carol Delgado embajadora de Venezuela en Ecuador afirmó que su país tiene hoy un bombardeo financiero, que es mediático, cultural, político y diplomático. “Eso es lo que vive mi pueblo hoy”.

"Es importante visualizar que lo que Venezuela está librando hoy es una lucha, una resistencia contra el más meticuloso, metódico, perverso, cruel y bestial plan de aniquilamiento", aseguró la diplomática en el marco de las actividades organizadas por la sede de Caracas en Quito, en homenaje a la socióloga chilena Marta Harnecker, de visita aquí por estos días.

Delgado explicó que en su nación se esconden medicamentos, alimentos, para evitar el acceso del pueblo a esos productos y recordó palabras pronunciadas recientemente por un joven militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, quien dijo: no voy a cambiar el legado de Hugo Chávez por un paquete de harina de maíz.

La funcionaria aprovechó la ocasión para señalar que el fallecido presidente Chávez llegó al poder con su palabra luminosa e insufló un nuevo brío, una nueva manera de ver la realidad en un mundo de neoliberalismo, en la década de los 1990, añadió.

"Estamos librando una batalla contra una guerra de cuarta generación. Hay que tener claro que el imperialismo no va a perdonar a estos procesos de desarrollo soberano, de desarrollo de iguales, donde hay inclusión, acceso a la salud", sentenció.

En ese sentido, consideró que el capitalismo es una máquina devoradora de hombres, devoradora del trabajo, del tiempo libre, de la riqueza, de la familia y de todas esas cosas bellas que se quiere fundar con el socialismo del siglo XXI.

A su juicio, los venezolanos están obligados a trabajar sobre sus debilidades, sobre lo que no han pensado, donde se atascaron, donde retrocedieron y también en los avances para librar la batalla.

En esa lucha, estamos obligados a seguir el legado de Marta Harnecker y del presidente Chávez, si queremos seguir el trabajo, dijo.

Para Delgado, la siembra del socialismo en las nuevas generaciones es la única posibilidad de esperanza de esta amenazada y acorralada humanidad.

"Estamos viviendo en un mundo muy peligroso, lo que estamos tratando de hacer es algo muy desafiante, queremos construir el socialismo, queremos construir otra manera de relacionarnos, y esto es un gran desafío", concluyó.

Socialismo es la comunidad, la comunicación, la cultura, todas esas etapas tan bonitas que tenemos que construir de manera única, pero también diferenciada, afirmó.

La embajadora insistió en que en ese empeño, repasar el legado de la revolucionaria, socióloga y escritora chilena es muy importante.

Harnecker es autora de libros como Un mundo a construir, nuevos caminos (ganador del Premio Libertador Simón Bolívar al Pensamiento Crítico) y Los conceptos elementales del materialismo histórico, entre otros textos, que proporcionan un instrumento teórico para el estudio crítico y creador del propio marxismo.

Durante su estancia en Quito, la escritora, que prevé algunos conversatorios, recibió de manos del presidente del Partido Socialista Ecuatoriano, Patricio Zambrano, la Medalla al Mérito Guadalupe Larriva González, por todos sus aportes y una réplica del reloj solar diseñado por los franceses de la primera misión que llegaron al país sudamericano a medir el arco del meridiano terrestre y concedida por la Universidad Central de Ecuador.