Caracas, 1 sep (RHC) Los diputados socialistas de la Asamblea Nacional el Venezuela repudiaron la separación de la brasileña Dilma Rousseff de su cargo presidencial, catalogando al proceso judicial como un golpe de estado parlamentario.

En un comunicado oficial, el denominado bloque de la Patria en el parlamento señaló que esa sentencia fue un golpe a todos los procesos de transformación que en marcha en América Latina y el Caribe. Los parlamentarios repudiaron la sentencia de separar del cargo a Rousseff, electa por más de 54 millones de electores.

Se ha condenado a una presidenta sin delitos ni pruebas, lo cual evidencia que el proceso de impeachment fue abiertamente violatorio de la legislación interna de Brasil, de los tratados internacionales que consagran los derechos humanos y de los protocolos de protección de la democracia establecidos por los mecanismos de integración regional de los que ese país forma parte, señaló el texto.

Añadió que el juicio golpista representó una condena a la democracia, la soberanía y los derechos que el pueblo brasileño ha conquistado legítimamente durante los 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, en el que militaba Dilma y el anterior mandatario Luis Inácio Lula da Silva.

El documento señaló que todo ese proceso tiene como fin restablecer la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados locales en la región, imponiendo de nuevo la agenda neoliberal.

La Asamblea Nacional (AN) de Ecuador condenó la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprobada por el Senado de ese país.

Con 84 votos a favor, 22 en contra y seis abstenciones, los legisladores aprobaron una resolución que rechaza de manera enérgica la separación del cargo de la mandataria, reelecta por voto popular en 2014.

La moción, propuesta por la Presidenta de la AN, Gabriela Rivadeneira, resuelve "rechazar todas las formas de golpe de estado o de desestabilización política que se puedan instaurar en nuestros países latinoamericanos, con la finalidad de violentar nuestras democracias e irrespetar la soberanía popular".

Asimismo, también condenó la violencia de género y discriminación política ejercida en el proceso contra Dilma, e invitó a otros parlamentos de la región a reprobar este golpe.

"Ha sido la democracia la que ha sido sometida al juicio y la voluntad de las élites económicas (...) y constituye un duro revés al proceso de integración regional y de proceso compartido de desarrollo", afirmó Rivadeneira.

A su juicio, el proceso en contra de la mandataria tenía vicios de nulidad desde el inicio y sentó un precedente inaceptable para las funciones legislativas en la región.

La asambleísta también hizo referencia al papel de los Parlamentos como garantes de la democracia y la voluntad popular, y resaltó que jamás deben ser instrumentos para fraguar golpes de estado.

Finalmente, convocó a unir fuerzas y acciones para potenciar las bases de la soberanía nacional.

En su llamado, pidió a todos los progresistas y democráticos, así como a quienes comparten ideas populares y latinoamericanistas en democracia, a apoyar al pueblo que es el dueño de su destino, sin establecer privilegios.

El rechazo de los legisladores ecuatorianos se suma a la condena pública expresada por el presidente, Rafael Correa, y el canciller, Guillaume Long.

La administración nacional determinó llamar a consultas al encargado de negocios de la embajada de Quito en Río de Janeiro.

Cuba también se sumó al rechazo internacional, al igual que numerosas organizaciones sociales, políticos y académicos.