La Paz, 5 sep (RHC/PL) El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró el oleoducto de 16 kilómetros que abastecerá a la planta de amoniaco y urea ubicada en Bulo Bulo, en el central departamento de Cochabamba.

La industria iniciada en 2013 se encuentra a 96 por ciento de terminación y debe comenzar sus operaciones a comienzos del año próximo.

El mandatario aseguró que obras de este tipo son resultado del proceso de nacionalización de los hidrocarburos en mayo de 2006 y de la voluntad gubernamental de impulsar el desarrollo e industrialización del país.

Nuestras marchas y luchas, nuestro voto por el proceso de cambios más conocido como la revolución democrática y cultural, no ha sido en vano. Esta es nuestra primera planta petroquímica. Esta es la nueva Bolivia, recalcó Morales.

Recordó que, en 2005, el Estado apenas asignaba 600 millones de dólares para inversión pública, mientras que este año, su gobierno proyecta una partida presupuestaria de ocho mil millones de dólares.

En el caso de los hidrocarburos, hace una década apenas se invertían 200 millones de dólares y para 2016 se prevé desembolsar alrededor de dos mil millones de dólares, comparó.

Según el jefe de Estado, su administración se planteó después de la nacionalización de los recursos naturales, impulsar y consolidar la industrialización nacional, de la cual esta planta es uno de los pasos iniciales.

Se acabó el exportar solo materias primas a otros países. Seremos el centro energético de Sudamérica, pues no solo venderemos gas natural, sino también derivados como el GNL (gas natural licuado), fertilizantes, energía eléctrica y litio, dijo.

Precisó que la planta piloto para la extracción y procesamiento de este mineral -esta nación andina posee las mayores reservas del mundo- permitió exportar en semanas anteriores las primeras 10 toneladas, mientras se culmina una gran industria con una inversión de más de mil millones de dólares.

Cuando esté terminada, Bolivia pondrá el precio del litio para todo el mundo, recalcó el gobernante.

Al término de su discurso, Morales criticó las maniobras de la oposición derechista en contra de su gobierno. "La derecha aquí no tiene ningún plan. Solo saben rechazar y decir mentiras".

Ratificó que, pese a ello, el país está mejor que antes, "hemos crecido económicamente, con el apoyo del pueblo boliviano y defendiendo los intereses nacionales. Hemos dignificado a Bolivia y luchado contra la intromisión extranjera".

Antes, el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, detalló que la planta de amoniaco y urea consumirá 50 millones de pies cúbicos por día (MMpcd) -cerca de dos por ciento de la producción nacional- para la entrega de dos mil 100 toneladas de fertilizantes cada 24 horas.

La producción de urea granulada, muy parecida a un grano de soya, se empleará como fertilizante para incrementar los rendimientos de cultivos como soya, maíz, arroz, papas, girasol, trigo, caña de azúcar, entre otros.

Un 20 ciento de la producción satisfará al mercado interno, al tiempo que el restante 80 por ciento se dirigirá a la exportación, fundamentalmente a Brasil y Argentina, indicó.

Mientras la ministra de Comunicación de Bolivia, Marianela Paco, denunció la existencia de una conspiración articulada de sectores opositores con el objetivo de reeditar en este país un golpe parlamentario o judicial como en Brasil.

A través de las redes sociales, líderes de la derecha desvían la atención de las investigaciones sobre el asesinato del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, y tratan de responsabilizar al Gobierno con esta muerte, denunció Paco en conferencia de prensa.

Illanes fue brutalmente asesinado el 26 de agosto por cooperativistas mineros cuando intentaba promover el diálogo con ese sector, que desde hacía varios días mantenía el bloqueo de carreteras.

En vez de pedir el esclarecimiento del crimen, la oposición y algunos medios tratan de encubrir a los autores y desviar el enfoque de las pesquisas para culpar al ministro de Gobierno, Carlos Romero, y a nuestro presidente, Evo Morales, dijo la ministra.

Denunció que el objetivo de responsabilizar al mandatario es para procesarlo, como hicieron con la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, como parte de un golpe de Estado judicial y parlamentario.

Hay varios elementos que nos dicen que detrás de todo esto hay un afán conspirativo, afirmó Paco, y recordó que durante todo el año varios sectores fueron movilizados contra las autoridades.

¿Cómo es que se sostienen en el tiempo estas manifestaciones? ¿Quiénes las financian?, se preguntó la titular de Comunicación.

La ministra llamó a las organizaciones sociales y al pueblo en general a estar alerta contra el intento de golpe contra un gobierno electo democráticamente por amplia mayoría.