San Salvador, 6 sep (RHC/PL) El expresidente de El Salvador Mauricio Funes, asilado en Nicaragua, afirmó que desde que dejó la Presidencia sabía que la derecha oligárquica iba a arreciar la persecución política en su contra como un acto de venganza.
En su cuenta en Facebook, el ex gobernante aseguró que la derecha, el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y los grupos de poder económico, no toleraron nunca haber perdido su capacidad de incidencia y decisión en el "rgano Ejecutivo.
"Estaban acostumbrados a utilizar los resortes del gobierno para favorecer sus intereses económicos y políticos y acumular riqueza a costa de los principales negocios del Estado", enfatizó Funes. Alertó que perder esos privilegios es algo que nunca van a perdonar y harán todo lo posible para recuperarlos.
Añadió que tampoco perdonan que su gobierno haya destapado sonados casos de corrupción como la venta ilegal de las acciones de la empresa de energía La Geo a una transnacional italiana y el desvío de millonarios fondos provenientes de la cooperación taiwanesa durante el gobierno del expresidente Francisco Flores (1999-2004).
"Ahora que han transcurrido más de dos años desde que salí del gobierno es claro que usarán las instituciones del Estado que aún controlan para provocar mi muerte civil y política, y si es posible mi anulación física", advirtió el exmandatario.
Añadió que por ese motivo decidió solicitar asilo político al gobierno de Nicaragua, país donde labora desde hace más de tres meses para realizar una consultoría sobre Integración Centroamericana.
"Con el asilo político solicitado ante las autoridades nicaragüenses no busco evadir la justicia salvadoreña y menos significa que estoy renunciando a mi defensa en las instancias correspondientes", remarcó.
Manifestó estar convencido de que puede demostrar su inocencia y desmontar un proceso de acusaciones arbitrarias en su contra que inició la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia y que lo ha llevado a enfrentar cargos por enriquecimiento ilícito en una Cámara de lo Civil.
Dijo que la Fiscalía General debe hacer su trabajo apegada a derecho y respetando sus garantías constitucionales.
"He solicitado asilo político porque tengo fundadas razones que me llevan a pensar que sectores de la extrema derecha salvadoreña están planeando atentar contra mi integridad física.
Su intolerancia es extrema como es su concepción del quehacer político", reiteró.
"Yo, en mi calidad de expresidente de la República y precursor de un gobierno que inició importantes transformaciones que han cambiado el curso de la historia en nuestro país, no renunciaré a mi lucha por seguir construyendo la democracia y la justicia social en El Salvador", concluyó.