Washington, 14 sep (RHC) Estados Unidos firmó con Israel un nuevo acuerdo de seguridad que otorga a Tel Aviv 38 mil millones de dólares en una década, el mayor convenio de ese tipo en la historia norteamericana.
El documento, suscrito en Washington, prevé la entrega al gobierno israelí de casi cuatro millones de dólares anualmente a partir del 2019, lo cual supera los más de tres millones del actual período que vence en el 2018.
El jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, justificó el hecho al asegurar que el compromiso con la seguridad de Israel es inamovible y se basa en una preocupación genuina por el bienestar y el futuro de ese Estado.
El asesor de seguridad nacional israelí, Jacob Nagel y el tercer funcionario en importancia en la diplomacia estadounidense, Thomas Shannon, firmaron el documento este miércoles en la sede del Departamento de Estado.
El hecho ocurre tras varios meses de negociaciones en medio de las tensiones entre ambas partes debido al convenio nuclear firmado por Washington y otras potencias con Irán el año pasado.
La asesora de seguridad nacional de Obama, Susan Rice, quien estuvo presente en la ceremonia, dijo que esto demuestra el compromiso de la Casa Blanca con la seguridad de Israel. Por su parte, Nagel destacó que su Gobierno no tiene un amigo mejor y más confiable desde el punto de vista estratégico que Estados Unidos.
Entre otros aspectos clave para las fuerzas armadas israelíes, el convenio prevé por primera vez la asignación a largo plazo de fondos para los programas de defensa antimisiles, pues anteriormente el Congreso autorizaba este dinero aparte y con una frecuencia anual.
La relación de Obama con el primer ministro Benjamin Netanyahu es tensa desde hace varios años, aunque el Estado sionista es el principal defensor de los intereses norteamericanos en el Medio Oriente y punta de lanza de su política contra Siria y la causa palestina.
Sectores derechistas en Estados Unidos acusan al jefe de la Casa Blanca de no dar el nivel de apoyo necesario a Tel Aviv, por lo que, según expertos, con este convenio el gobernante intenta cambiar su imagen, sobre todo ante el poderoso lobby judío norteamericano, a escasas semanas de las elecciones del 8 de noviembre.
