México, 15 sep (RHC/PL) Miles de personas marcharon para exigir la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, en vísperas de que el mandatario encabece el aniversario 206 del inicio de la independencia mexicana.
Desde el Ángel de la Independencia y con rumbo al Zócalo capitalino, donde esta medianoche el mandatario reeditará el tradicional Grito de Dolores desde el balcón presidencial del Palacio Nacional con el "Viva México, los marchantes respondieron a una convocatoria formulada desde las redes sociales.
Sobran motivos para exigir la salida del jefe de Estado, afirman los organizadores de la movilización, que se detuvo en el Hemiciclo a Juárez, pues los accesos al Zócalo están restringidos por la ceremonia patria.
Los miles de desaparecidos en el país, entre ellos los 43 normalistas de Ayotzinapa, la impunidad al respecto y frente a otros flagelos como la corrupción y la violencia, y la invitación oficial a Donald Trump, entre otros motivos, concitaron la presencia de varios miles de manifestantes.
Con mantas, carteles, sombreros, telas y consignas, las personas expresan su rechazo a las políticas presidenciales y a sus acciones, encabezadas por familiares de los 43.
"Fuera Peña" se escuchó en la marcha, quizás la primera que exige, en su principal propósito, la salida del mandatario, cuyo cargo expira en el 2018.
La convocatoria fue lanzada el 2 de septiembre, un día después de que Peña Nieto presentara el cuarto informe anual de su gobierno.
Mientras los padres y familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en México rompieron el diálogo con el gobierno.
La decisión es en respuesta a la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de nombrar como secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional a Tomás Zerón, quien la víspera renunció al cargo de director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Se trata de una burla que apunta a la "impunidad" en el caso Iguala, donde desaparecieron los normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014, luego de ser reprimidos por la policía de ese municipio del estado de Guerrero, dijeron los familiares de los 43 en conferencia de prensa conjunta.
Adelantaron que no reanudarán el diálogo con la Procuraduría General de la República (PGR), en tanto no se castigue al funcionario por "actuaciones ilegales" cometidas durante la investigación del caso Iguala, las cuales fueron reveladas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), según afirmaron.
Los padres de familia, abogados y representantes de organizaciones de derechos humanos que los acompañan en su lucha, criticaron severamente la decisión del presidente Enrique Peña Nieto pues en un mensaje de "protección política" al exdirector de la AIC, y la calificaron como un "agravio" a toda la sociedad mexicana.
Zerón renunció la víspera y recibió reconocimientos públicos de la procuradora Arely Gómez, pero su despedida era reclamada por procedimientos y declaraciones respecto a la desaparición de los estudiantes.
Las conclusiones oficiales sobre el caso Iguala están bajo cuestionamiento tanto a nivel nacional como internacional, pese a que el exfuncionario las defendió a capa y espada.
Felipe de la Cruz, uno de los voceros de los padres de los 43, insistió en que su renuncia resultaba un factor esencial para que los familiares tengan confianza en el desarrollo de las investigaciones del caso Iguala.
Además, lo responsabilizó de participar directamente en la posible manipulación de una diligencia realizada en el río San Juan el 28 de octubre de 2014, en la localización de las bolsas de plástico donde presumiblemente fueron encontrados fragmentos óseos del normalista Alexander Mora, el único de los jóvenes identificado por pruebas genéticas.
El GIEI, adscrito a la Organización de Estados Americanos, lo acusó de "tergiversar" la realidad de los hechos ocurridos en el río San Juan, y reclamó una indagación "profunda, objetiva e imparcial" e incluso su salida del cargo.
Zerón, quizás por razones distintas, se une a las renuncias de otros funcionarios federales, entre ellos los titulares de la Secretaría de Hacienda y del Sistema de Administración Tributaria, en momentos en que el gobierno de Peña Nieto está bajo fuertes críticas dentro y fuera del país.
Fuentes consultadas por Prensa Latina opinan que el jefe de Estado mexicano, desfavorecido en las encuestas, busca dar un golpe de timón sin estridencias, pero a ojos vista, lo cual parece indicar que la renuncia del jefe de la AIC vino de arriba.