París, 26 sep (RHC) El presidente de Francia, Francois Hollande, exigió al Reino Unido a asumir la responsabilidad que le corresponde en la gestión de la compleja situación migratoria en la ciudad gala de Calais.

Al visitar esa localidad norteña por primera vez durante su mandato, el jefe de Estado aseveró: "Quiero expresar mi determinación de pedir a las autoridades británicas que tomen su parte en el esfuerzo humanitario que Francia realiza y continuará realizando".

En estos momentos, cerca de 10 mil indocumentados permanecen concentrados en Calais a la espera de una oportunidad para cruzar el eurotúnel -que atraviesa el canal de la Mancha- y llegar así al Reino Unido.

El panorama es bastante complejo, pues los migrantes se encuentran hacinados en un campamento irregular conocido como la jungla, a causa de sus precarias condiciones, mientras la población local se queja de problemas del orden causados por la aglomeración.

Hollande afirmó que "no porque Reino Unido haya tomado una decisión soberana (en referencia a la venidera salida de Londres de la Unión Europea), está ahora eximido de sus obligaciones respecto a Francia".

Por otro lado, el presidente galo ratificó la intención de desmantelar definitivamente "la jungla" de Calais, una tarea en la cual "iremos hasta el final".

Este fin de semana, el mandatario visitó un centro de refugiados y confirmó que el plan es distribuir a los foráneos en establecimientos de acogida en todo el territorio nacional.

"Francia no será un país donde se encuentren campos de refugiados", sostuvo el sábado, y agregó que la nación gala "es un país de derechos, un país de reglas", en el cual "acogemos dignamente, humanamente, a las personas que demandan el derecho de asilo".

En medio de una intensa polémica sobre la cuestión migratoria en Francia, el presidente Francois Hollande visita la ciudad de Calais, donde casi 10 mil indocumentados se concentran en un campamento irregular conocido como "la jungla".

El desplazamiento del jefe de Estado a esa localidad norteña ha sido muy demandado por la población local, que le cuestiona su prolongada ausencia pese a la crisis que afecta a ese territorio desde hace más de un año.

Cuando faltan siete meses para las elecciones presidenciales de 2017, el tema de los indocumentados se encuentra en el centro del debate en la nación gala.

La semana pasada comenzó la construcción de un muro para impedir a los migrantes el acceso a la carretera que conduce al puerto de la ciudad, un proyecto acordado por los gobiernos de Francia y Reino Unido.

La pared, de cuatro metros de alto y un kilómetro de extensión, ha sido duramente criticada y la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, amenazó la víspera con interrumpir las labores de construcción, pues emitió una demanda contraria a la obra pero no ha recibido una respuesta oficial.

"Sin respuesta en ocho días, firmaré una orden para detener los trabajos", sostuvo la integrante del partido opositor Los Republicanos.

De acuerdo con la alcaldesa, ya se comenzó a procesar una constancia de infracciones al código de medio ambiente y de urbanismo, a raíz de la edificación del muro.