Roma, 3 oct (RHC) También la construcción de un muro para impedir el avance de los migrantes en Calais, Francia, es objeto hoy de disputas entre la alcaldía de la ciudad y la prefectura del departamento Pas-de-Calais, en medio de una crisis local por el tema.

La alcaldesa Natacha Bouchart dispuso este lunes detener la polémica edificación, alegando su impacto negativo en el urbanismo y el medio ambiente.

En septiembre comenzó la construcción de la pared dirigida a impedir el acceso de los migrantes a la carretera que conduce al eurotúnel, el cual cruza el canal de la Mancha y llega a Reino Unido.

El proyecto es el resultado de un acuerdo entre Londres y París, y está financiado completamente por la nación británica.

Tras el anuncio de la alcaldesa, la prefectura del departamento reaccionó con una orden de anular la disposición municipal y proseguir las obras.

Cerca de 10 000 indocumentados se encuentran en Calais en un campo irregular de condiciones infrahumanas y la mayor parte espera una oportunidad para llegar a Reino Unido a través del eurotúnel.

El presidente galo, Francois Hollande, confirmó hace pocos días la intención de desmantelar el campamento y repartir a los foráneos en diversos centros de acogida por todo el territorio nacional.

La iniciativa ha sido duramente criticada por la oposición de derecha, según la cual ello implicaría crear mini-Calais por toda Francia.

El Gobierno húngaro amenazó con una reforma constitucional para impedir que la Unión Europea (UE) aplique a su país decisiones sobre política migratoria, a pesar del reciente fracaso de un referendo sobre ese tema.

El primer ministro, Viktor Orban, afirmó este lunes que a pesar de la baja asistencia a las urnas, muy inferior al 50 por ciento necesario para validar la consulta realizada este domingo, impedirá que la UE aplique a Hungría la distribución de refugiados acordada por la comunidad regional en 2015.

Aunque solo participó en el plebiscito el 37,88 por ciento de las personas habilitadas, Orbán interpretó como una victoria que el 98 por ciento de quienes ejercieron ese derecho rechazó que Bruselas imponga una cuota a este país de mil 294 migrantes, de los 160 mil que debe redistribuir desde los campamentos ubicados en Grecia e Italia.

El líder húngaro expresó en una intervención ante el Parlamento que, en su criterio, la consulta popular alcanzó su meta pues "dejó claro qué es lo que los húngaros quieren en relación con la migración masiva", desconociendo la nulidad legal del proceso, y advirtió que "será dura" la lucha para cambiar la política migratoria de Bruselas.

Margaritis Schinas, vocero de la Comisión Europea, expresó que aunque ese órgano ejecutivo del bloque europeo respeta la voluntad política de los húngaros, el resultado de ese fallido plebiscito no afectará las decisiones en relación con la asignación de cuotas de refugiados entre los países miembros.

Schinas enfatizó este lunes, que la UE vigilará estrechamente a los gobiernos nacionales en relación con la aplicación de la política migratoria acordada, y se reserva la posibilidad de tomar medidas contra los incumplidores.