por María Josefina Arce
Las mujeres representan más del 50% de la población en El Salvador, una nación que a partir de 2009 bajo los dos gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional ha desarrollado una política encaminada a restituir los derechos a ese sector poblacional, invisible bajo los 20 años de mandato de la derechista ARENA, Alianza Republicana Nacionalista.
Numerosas son las iniciativas desplegadas a partir del primer gobierno del Frente. Ese es el caso de Ciudad Mujer, concebida para garantizar la realización de una vida digna para las mujeres, con pleno respeto de sus derechos.
Este programa que se encuentra en seis departamentos del pequeño país centroamericano y que aspira bajo el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén a estar presente en tres más, ha atendido desde 2011 hasta la fecha a más de un millón de usuarias.
Atención médica, capacitación y formación técnica vocacional, educación en derechos humanos, así como atención y prevención de la violencia de género reciben las féminas en estos centros.
Obras como el Hospital Nacional de la Mujer María Isabel Rodríguez, al servicio de las mujeres en general, las madres y sus recién nacidos, es otra muestra palpable de la decidida apuesta por atender con dignidad y calidad a este sector mayoritario de la población.
Las salvadoreñas también han sido favorecidas con créditos a través del Banco Nacional de Desarrollo de El Salvador para emprender negocios o facilitar la obtención de casas.
Asimismo bajo el actual gobierno los poderes ejecutivo, judicial y legislativo firmaron el Pacto de Igualdad, que contempla 10 áreas prioritarias como la autonomía económica, la vida libre de violencia, salud, cultura y educación, así como el rol de las mujeres en la construcción de la paz y el desarrollo del país y la participación política.
Precisamente sobre este último aspecto el gobierno de Sánchez Cerén exhibe un notable avance. En la actualidad 20 mujeres dirigen instituciones, secretarías, ministerios, viceministerios, presidencias de autónomas, lo cual representa un cambio sustancial,.
Dentro del Frente también hay un importante porcentaje de féminas en cargos de direcciones. A nivel departamental la mitad pertenecen a este género.
Los gobiernos del Frente Farabundo Martí van poco a poco saldando una vieja deuda con las mujeres salvadoreñas, hasta ese momento discriminadas y excluidas de la participación política y de los beneficios socioeconómicos del desarrollo, así como de la educación, salud, cultura y el arte.
