París, 24 oct (RHC) El ministro de Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, confirmó que el desmantelamiento del campo de migrantes de Calais marcha en calma y según lo previsto, aunque varias organizaciones alertan sobre posibles problemas para finales de semana.
Pocas horas después del inicio de la evacuación esta mañana, el titular declaró a la prensa: "deseamos que la operación marche en calma y con todo bajo control, como es el caso hasta el momento", señala Prensa Latina.
Varios ómnibus partieron ya desde la aglomeración ubicada en el norte de Francia, donde hasta este momento se concentraban más de seis mil indocumentados.
En una misión de gran envergadura, las autoridades comenzaron bien temprano el desmantelamiento del lugar, lo que implica el traslado de los foráneos a unos 400 centros de acogida habilitados en diversas localidades del país, para lo cual están alquilados decenas de autobuses en los próximos días.
De acuerdo con organizaciones no gubernamentales que laboran en el terreno, por el momento todo marcha bien y miles de migrantes hacen fila de forma disciplinada a la espera de su turno de subir a los vehículos para partir.
Según las declaraciones, estos foráneos mantienen una actitud cooperativa, pues están convencidos de que lo mejor es abandonar el lugar, para lo cual en los últimos días se realizó una amplia campaña de información y diálogos personalizados para persuadirlos.
No obstante, se estima que alrededor de dos mil rechazan irse de Calais pues persisten en su propósito de llegar al Reino Unido a través del eurotúnel, que atraviesa el canal de la Mancha.
"Por el momento todo va bien porque son gente que espera con impaciencia partir (...), pero estamos preocupados por lo que sucederá a finales de la semana cuando llegue el turno de los que no quieren irse porque su objetivo sigue siendo llegar a Inglaterra", explicó Christian Salomé, presidente de una asociación de ayuda a migrantes.
El director de "Francia Tierra de asilo", Pierre Henry, coincidió en que hay un gran número de personas que se resisten a abandonar Calais.
Precisamente anoche se registraron algunos disturbios provocados por grupos de indocumentados contrarios a partir, a lo cual la policía respondió con gases lacrimógenos.
El campamento de Calais se convirtió en los últimos tiempos en uno de los epicentros de la crisis migratoria en Francia y en Europa, pues en él se acumularon miles de foráneos que pretendían llegar al Reino Unido.
A raíz de las crecientes quejas de la población local y de sectores xenófobos, a inicios de septiembre el gobierno galo anunció la intención de desmantelar la aglomeración antes del fin de año.