La Habana, 1 ene (RHC) Angola inició hoy el 2017 con la mirada puesta en la realización de las elecciones generales probablemente en agosto próximo, que renovarán la Asamblea Nacional y escogerán un nuevo presidente, o ratificarán en el cargo a José Eduardo dos Santos.
Con la decisión del Consejo Superior de la Judicatura de dejar al frente de la Comisión Nacional Electoral a André da Silva Neto debe comenzar a despejarse el calendario para los cuartos comicios desde la independencia de Portugal, el 11 de noviembre de 1975. que deben habilitar a más de nueve millones de votantes.
Aún sin haber inciado las campañas políticas, ya los partidos -sobre todo los cinco con representación parlamentaria- piensan en sus estrategias de cara a ganar mayor cantidad de diputados, toda vez que se da por segura una victoria del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA).
Ya trabajan en sus listas de candidatos tanto el MPLA como los opositores Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), Convergencia Amplia de Salvación de Angola-Coalición Electoral (CASA-CE), Partido de Renovación Social (PRS) y el Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA).
Los otros hasta casi un centenar tienen menos opciones, pues con escasas bases sociales son básicamente electorales. Las mayores opciones están para Unita y CASA-CE o viceversa, aunque lo seguro, según casi todos los análisis preelectorales, es que alcanzarán más legisladores que los actuales (32 contra ocho).
En cambio, el PRS y el FNLA, sobre todo este último, podrían abocarse a su salida del parlamento.
El titular de la CNE André da Silva Neto adelantó que el Ministerio de Finanzas asignó un presupuesto para la preparación de los comicios.
'Con el presupuesto asignado, las tareas previas a las elecciones previstas para el año 2017 se ejecutará sin problemas', dijo Neto.
Otro reto para el gobierno y el sector empresarial será, sin dudas, continuar la materialización de la estrategia de salida de la crisis económica, a la que entró el país después que en 2014 disminuyeron en el mercado internacional los precios petroleros, la principal fuente de ingresos.
Aprobada hace un año, en enero de 2016, la Estrategia busca la diversificación económica con un papel central de la agricultura en aras de una política de sustitución de importaciones.
En materia social el Estado deberá continuar el proceso de reconstrucción nacional, que lleva adelante hace 14 años desde la firma de la paz, con énfasis en programas de educación y salud, provisión de agua potable y electricidad.
Adelantar en esos aspectos ayudará a la lucha contra la pobreza y a convertirse en un país de ingresos medios, aunque las diferencias sociales siguen muy marcadas por ingresos, sexo y lugar de residencia.
Otro reto fundamental será el plan de desminado, otra secuela de una guerra civil de casi 27 años posterior a la independencia, y para el que se prepara la solicitud de otra prórroga, hasta 2025, para cumplir con el Protocolo de Otawa.
Datos de la Comisión Nacional Interministerial de Desminado y Asistencia Humanitaria revelan que un total de 600 508 artefactos de ese tipo fueron desactivados de 2002 a 2014.
Entre las minas removidas o destruidas figuran 412 300 antipersonales y 188 280 antitanques.
La nación africana tiene mil 858 áreas libres de minas y 1 435 por limpiar, y necesita de una contribución de más de 275,2 millones de dólares para desminar todo el territorio hasta 2025.
Sin dudas, entre los muchos retos en estos 12 meses, la cita con las urnas será definitoria en la solución de otros problemas acumulados por el colonialismo, la guerra civil y la dependencia excesiva de los ingresos del petróleo.
(PL)
