La Habana, 9 enero (RHC)- En el discurso pronunciado durante la audiencia de felicitación a los embajadores acreditados ante la Santa Sede con motivo del nuevo año, el Papa Francisco expresó que la paz verdadera sólo existe a partir de una visión del ser humano que sepa promover el desarrollo integral, teniendo en cuenta su dignidad trascendente.

El Sumo Pontífice subrayó que, como recordaba su antecesor Pablo VI, "el desarrollo es el nuevo nombre de la paz".

Francisco llamó al diálogo posible y necesario entre las diferentes confesiones religiosas como él mismo trató de testimoniar durante su encuentro en Cuba con el Patriarca Cirilo de Moscú y en el viaje apostólico a Armenia, Georgia y Azerbaiyán.

Al criticar el uso de la religión para la marginalización y la violencia, se refirió al terrorismo de matriz fundamentalista, el cual provocó numerosas víctimas en el año recién concluido en todo el mundo. En ese sentido, apeló a las autoridades religiosas para que, rechacen unidas con fuerza la idea de matar en nombre de Dios.

Afirmó que esa clase de terrorismo es resultado de una grave miseria espiritual a menudo ligada a una notable pobreza social, por lo cual sólo podrá ser derrotado plenamente con la contribución conjunta de líderes religiosos y políticos.

Reiteró su exhortación a no reducir la dramática situación actual de los migrantes y refugiados a un simple conteo numérico, porque no se podrá disfrutar  jamás de una paz verdadera mientras a un solo ser humano se le viole su propia identidad personal al reducirlo a una mera cifra estadística o a un objeto de interés económico.

El Papa expresó su pesar por las personas, en especial niños y jóvenes, víctimas de guerras, conflictos armados, violencia, explotación, desigualdad social y corrupción en diferentes partes del mundo y calificó de alentadores algunos intentos emprendidos con la buena voluntad de muchas personas entregadas activa y eficazmente a favor de la paz.

En ese sentido, se refirió a "los esfuerzos realizados en el último bienio para el reacercamiento entre Cuba y Estados Unidos"  y el "llevado a cabo con tenacidad, a pesar de las dificultades, para terminar con años de conflicto en Colombia".

Este planteamiento - apuntó- busca fomentar la confianza mutua, mantener caminos de diálogo y hacer hincapié en la necesidad de gestos valientes, que son muy urgentes también en la vecina Venezuela, donde las consecuencias de la crisis política, social y económica, están pesando desde hace tiempo sobre la población civil.