Buenos Aires, 2 feb (RHC) A 18 días de ser despedidos, los operarios argentinos de la planta impresora Artes Gráficas Rioplatenses, perteneciente al grupo Clarín, se mantienen día y noche en el local y se alistan para una gran movilización este viernes.

Detrás de las rejas verdes de la empresa, ubicada en el barrio porteño de Pompeya, el secretario general de AGR-Clarín, Pablo Viñas, accedió una entrevista exclusiva con Prensa Latina donde detalló que esta jornada de lucha será respaldada por varios sindicatos.

El viernes realizaremos una gran movilización que partirá desde la Plaza de Mayo hasta la calle Callao, frente al ministerio de Trabajo, para pedirle al ministro (Jorge Triaca), que intervenga en este conflicto y le de solución, dijo.

Viñas, quien junto a sus compañeros lidera esta protesta por recuperar sus puestos, precisó que a esta jornada de lucha han confirmado ya su asistencia varios sindicatos como las dos grandes centrales obreras CTA y CTA-Autónoma.

También estarán los Camioneros, uno de los gremios más fuertes del país, el Sindicato de Trabajadores del Neumático, varios gremios docentes, los aceiteros, entre otros.

Vamos a reclamar al ministro que tiene que intervenir para que esa empresa se adecué a la ley y los trabajadores como corresponde volvamos a ocupar nuestros puestos, expresó el dirigente gremial.

Acá todas las revistas que hacemos nosotros en esta planta, las guías, los manuales escolares, los folletos de supermercado, todo se sigue produciendo en otro lado.

Entendemos que el ministerio de Trabajo nos tiene que dar una respuesta, una solución. No vamos con ninguna ilusión, apuntó, pero esperamos que el gobierno reflexione y que se de cuenta que este conflicto se tiene que resolver.

Ha habido un fuerte cerco mediático sobre este conflicto, pero el cerco informativo lo hemos venido rompiendo por internet y las redes sociales y con bastantes muestras de solidaridad, destacó Viñas.

La empresa justificó los despidos en su planta gráfica bajo el argumento de 'la fuerte reconfiguración que atraviesa el sector de la impresión comercial' pero los empleados denuncian que se trata de un cierre trucho (falso) porque siguen llegando a los estanquillos las revistas.

'Queremos que la fábrica vuelva a trabajar, no como quieren ellos, sin convenios colectivos, sin organización gremial con trabajo esclavo, sino que funcione con compañeros que hemos laborado aquí toda la vida. Sabemos que quieren avanzar con la flexibilidad laboral, nuestra lucha se ha transformado en una causa popular, acá estamos firmes', enfatizó Viñas.

Durante una de las jornadas más tensas tras conocer la noticia de los despidos, los operarios explicaron que fueron reprimidos por la fuerza pública con palazos y balazos de gomas y han denunciado espionajes en su contra.

Por la puerta de la sede de la planta, donde sus familiares tienen montado un acampe, desfilan a diario personalidades políticas, organizaciones sociales y gente del común para solidarizarse con este conflicto gremial.