Naciones Unidas, 22 feb (RHC) El secretario general de la ONU, António Guterres, demandó una urgente respuesta de la comunidad internacional para salvar a más de 20 millones de personas amenazadas por la hambruna en Sudán del Sur, Yemen, Somalia y Nigeria.
Advirtió Guterres en una rueda de prensa de emergencia sobre la importancia de actuar ahora por ser menos costoso y así evitar una tragedia peor.
El máximo responsable del órgano mundial explicó que se necesitan 5 600 millones de dólares para atender este año a muchos seres humanos desesperados, víctimas de conflictos internos y el cambio climático, como la sequía y la desertificación.
Mientras el papa Francisco llamó a realizar acciones concretas de ayuda alimentaria a Sudan del Sur para evitar la muerte por hambre de millones de personas, entre ellas muchos niños.
Al concluir la audiencia general de cada miércoles en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice expresó que "despiertan particular preocupación las dolorosas noticias que llegan del atormentado Sudán del Sur, donde a un conflicto fratricida se une una grave crisis alimentaria que afecta a la región del Cuerno de África".
En este momento -dijo- es más necesario que nunca el compromiso de todos a no quedarse sólo en declaraciones, sino a hacer que sean concretas las ayudas alimentarias y a permitir que puedan llegar a las poblaciones que sufren.
Hace apenas dos días, entidades de la ONU alertaron sobre la falta grave de alimentos en esa nación africana debido a la guerra interna y el deterioro de la economía nacional.
Un comunicado conjunto difundido por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo para la Infancia y el Programa Mundial de Alimentos informó que varias regiones del país fueron declaradas en situación de hambruna.
Eso significa que en las áreas afectadas, la población comenzó a morir de hambre en la peor catástrofe de este tipo, desde el inicio de los enfrentamientos armados hace más de tres años.
El texto acotó que el número total de personas en situación de inseguridad alimentaria puede elevarse a 5,5 millones en el punto de mayor carencia en julio, de no frenarse la severidad y propagación de la crisis.
