Washington, 1 mar (RHC) El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró en su discurso ante el Congreso la decisión de derrotar al Estado Islámico, pero sus planes pueden chocar con obstáculos dentro de su propia Administración.

Trump habló la víspera en el Capitolio sobre la necesidad de acabar con el terrorismo y prometió trabajar con los aliados de Washington, incluyendo a los amigos en el mundo del Islam.

Para lograr este objetivo, el secretario norteamericano de Defensa, Jim Mattis, entregó a la Casa Blanca un proyecto preliminar de operaciones, siguiendo las indicaciones del presidente norteamericano.

El plan incluye las recomendaciones de los asesores del mandatario, quienes aconsejan mejorar los aspectos no militares de la campaña y aumentar el apoyo a las bandas que intentan derrocar por la fuerza al presidente sirio Bashar Al Assad.

Para algunos expertos, la estrategia de Trump contra el Estado Islámico contiene pocos elementos novedosos y conllevaría un incremento sustancial de las acciones militares en dicho país.

Por su parte, la Oficina de Administración y Presupuesto del Gobierno estadounidense sugirió recortes profundos en la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que reducirían el número de empleados y eliminarían docenas de programas.

El diario The Washington Post indicó en su página digital que tuvo acceso a un documento en el cual se explica cómo se afectarán los programas federales a partir del anunciado aumento en el gasto de defensa.

Según el periódico, el proyecto de presupuesto de la administración para 2018 priorizará la reconstrucción del área militar y la realización de inversiones críticas en la seguridad nacional.

También identificará los ahorros y las eficiencias necesarias para mantener al país en un camino fiscal responsable.

En el caso de la EPA, el texto consultado reconoció que los pronunciados recortes crearán muchos retos, pero estimó que también pueden servir como catalizador para el funcionamiento de la agencia en los próximos 10, 20 años o más.

Al mirar hacia adelante y centrarse en el agua limpia, el aire limpio y otras responsabilidades básicas, en lugar de las actividades que no están obligadas por la ley, la EPA será capaz de cumplir con eficacia su misión, añadió el documento.

El plan comprende recortar el personal de EPA de su nivel actual de 15 mil trabajadores a 12 mil, reducir en 30 por ciento las subvenciones de la agencia a los estados, incluyendo sus proyectos de aire y agua, y eliminar 38 programas separados en su totalidad.

También empresas de Estados Unidos muestran una preocupación creciente ante la posibilidad de que las políticas económicas del presidente Donald Trump afecten negativamente ciertas industrias.

Según el informe económico conocido como Libro Beige, que se basa en información recolectada por los bancos regionales de la entidad monetaria, existe una incertidumbre considerable sobre los impactos potenciales de los cambios de política de la actual administración.

El estudio, realizado desde principios de enero hasta el 17 de febrero, arrojó que la Fed de Cleveland encontró inquietudes en la industria automotriz por la posible repercusión de un ajuste en los impuestos fronterizos.

A su vez, la reserva de Dallas se refirió a incertidumbre en el sector de las manufacturas, y la de San Francisco mencionó intranquilidad por la influencia que los límites a la inmigración puedan tener en el área agrícola, fundamentalmente en la época de cosecha.

En sentido general, indicó el informe, las empresas se mostraron generalmente optimistas acerca de la perspectiva a corto plazo, pero en un grado algo menor que el recogido en el reporte anterior, presentado el 18 de enero.

Al mismo tiempo, el Libro Beige indicó que la economía creció en el periodo a un ritmo de modesto a moderado, lo cual endurece aún más el mercado de trabajo, pero sin aceleración significativa en los salarios o la inflación.

El empleo creció moderadamente, mientras que algunos distritos reportaron "una creciente escasez de mano de obra" y lo salarios respondieron solo modesta o moderadamente a la restricciones del mercado laboral.

Su divulgación también se produjo en la misma jornada en la que los rendimientos de bonos del Tesoro estadounidense a dos años subieron por encima del 1,3 por ciento por primera vez en más de siete años.