Moscú, 16 mar (RHC) El presidente ruso, Vladimir Putin, protestó contra la aplicación por Ucrania de sanciones contra cuatro bancos de su país y el arresto de sus ejecutivos.

Para Putin, ello solo será negativo para la propia Ucrania, pues hasta ahora al menos esos bancos otorgaban créditos, ahora no habrá nadie para darlos, estimó el jefe de Estado.

El mandatario se negó a aplicar medidas de respuesta, indicó Vladimir Lisin, copropietario del banco ruso NLMK.

Ante la queja de Sberbank por el bloqueo realizado por radicales con un muro de concreto en la entrada de sus oficinas en la calle Vladimirovski, en Kiev, el presidente ucraniano, Piotro Poroshenko, sancionó a esa institución financiera.

De hecho, Poroshenko se subordinó a las acciones vandálicas de los ultranacionalistas no solo en Kiev, sino en otras regiones ucranianas contra Sberbank, en lugar de proteger la actividad crediticia de esas instalaciones.

Así, Ucrania anunció sanciones contra Sberbank, VTB Bank, Prominvestbank RNS y VS Bank, a los que les prohibió mover sus activos de esa nación vecina.

Una declaración de Rusia establece que van a defender las instituciones bancarias por todos los medios ante la violación del derecho internacional cometido en Ucrania con el boicot de las filiales de Sberbank.

Ucrania se convierte en un país poco seguro para las inversiones extranjeras a partir de la actitud asumida por el gobierno de permitir el bloqueo por parte de radicales de las referidas oficinas, consideró Dmitri Peskov, vocero del Kremlin.

De esa forma, el portavoz presidencial ruso comentó una práctica que se hace habitual en el vecino país, es decir, la subordinación del ejecutivo dirigido por el presidente Piotro Poroshenko a las acciones protagonizadas por elementos radicales.

La víspera, se conoció que al bloqueo a la entrada o salida de mercancías de la región del Donbass, realizado por ultranacionalistas y veteranos de la guerra en esa región, se sumó la policía y la Guardia Nacional, integrada en su mayoría por neofascistas.

Ahora, después de levantar muros de concreto en la entrada de las filiales en Ucrania del Sberbank, el gobierno ucraniano anuncia que los activos de esas oficinas de ninguna forma se podrán evacuar al extranjero, en una clara violación de regulaciones internacionales.

Todo ello ocurre en medio de la celebración en Crimea del tercer aniversario de un referendo sobre independencia y su posterior regreso a la soberanía rusa.

A Moscú, por su lado, arribó esta jornada una delegación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), integrada, entre otros, por el dirigente de su misión de observadores en el conflicto en Donbass, Ertugrul Apakan.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, abordó con la delegación de la OSCE la situación en Ucrania y la necesidad del cumplimiento de los protocolos del acuerdo de Minsk para una salida pacífica al conflicto en el sureste de ese país.

Además, la misión de la OSCE expresó su preocupación por la decisión del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania de bloquear completamente a Donetsk y Lugnsk, con lo cual el gobierno se subordinó al boicot realizado por los radicales desde enero.