Bogotá, 27 mar (RHC) Representantes del Gobierno colombiano y dirigentes de las FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo conversaron cara a cara a fin de dinamizar la implementación de todo lo concertado y trazar una nueva ruta para la paz.

A cuatro meses del histórico pacto, se reunieron en Cartagena de Indias el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, quienes el pasado 24 de noviembre suscribieron el trascendental acuerdo con el que se comprometieron a terminar la larga confrontación entre ambas partes.

Durante dos jornadas el fin de semana los equipos gubernamental y del movimiento guerrillero analizaron los aciertos y tropiezos del llamado período de postconflicto o posacuerdo, el cual dura más de cien días, mientras, acordaron medidas para acelerar sus pasos.

Con el propósito de agilizar esa etapa el Ejecutivo presentará en abril ante el Congreso de la República un paquete de proyectos de reformas y de leyes dirigidos a llevar a la práctica el punto primero del tratado sobre la reforma rural integral y a crear la unidad encargada de localizar a miles de ciudadanos cuyo paradero resulta desconocido.

El Gobierno colombiano y las FARC-EP acordó agilizar una serie de pasos para avanzar en la implementación del acuerdo de paz, decisiones que permitirán aplicar lo concertado en torno al desarrollo agrario integral y la búsqueda de desaparecidos.

A fin de dinamizar la aplicación de lo consensuado, el Ejecutivo presentará en abril ante el Congreso de la República un paquete de proyectos de reformas y de leyes dirigidos a llevar a la práctica el punto primero del histórico pacto (reforma rural) y a crear la unidad que estará encargada de localizar a miles de ciudadanos cuyo paradero es desconocido.

Como resultado de una reunión en Cartagena de Indias, funcionarios gubernamentales y dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) convinieron acelerar la activación de los mecanismos previstos en el acápite de garantías de seguridad a los antiguos combatientes.

Esa guerrilla, la mayor del país, se comprometió a completar en los próximos días el listado de sus integrantes y milicianos, a fin de facilitar su acreditación y reincorporación en la sociedad.

Otro de los asuntos revisados fue la situación de las zonas y puntos transitorios de normalización (26 en total) donde esos guerrilleros abandonarán las armas y se prepararán con vistas a su reinserción en la vida civil.

En la sesión final del encuentro el Gobierno aseguró que terminará la infraestructura de la totalidad de dichos lugares el venidero mes, obras con gran atraso.

Según un comunicado conjunto, no obstante los inconvenientes en la adecuación de los alojamientos provisionales para esos insurgentes, el cronograma para el desarme se mantiene.

Ese procedimiento, el cual está supervisado por Naciones Unidas, deberá concluir a finales de mayo.

A partir de entonces las FARC-EP podrá crear su partido para comenzar a hacer política pero sin armas.

La guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 60 mil desaparecidos.