Quito, 11 abr (RHC) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recorrió zonas afectadas por las recientes lluvias en la provincia de Manabí, territorio aún resentido por el fuerte terremoto del 16 de abril del 2016.

Tras verificar los daños en esa área costera, calificó Correa de grave la situación y explicó que las precipitaciones superan las registradas en 1998 cuando el fenómeno de El Niño.

El primer mandatario ecuatoriano lamentó que muchas familias perdieran todo y más de 7000 hectáreas de tierra fueron afectadas.

Según aclaró en su cuenta en la red social Twitter, ahora la provincia tiene un terreno más débil, con nuevas quebradas, debido al sismo de hace casi un año, de magnitud 7,8, el peor desastre natural de los últimos 70 años.
Correa especificó que aunque no hay muertes que lamentar, muchas familias perdieron todo y más de siete mil hectáreas de tierra fueron afectadas.

“En los últimos 24 meses, la naturaleza no nos ha dado tregua, pero saldremos adelante. Nadie está solo”, aseguró el dignatario a los manabitas.

Durante su recorrido el jefe de estado constató la situación actual de Jipijapa, Rocafuerte, Portoviejo, Santa Ana y Charapotó, las zonas más golpeadas por el clima.

Los intensos y constantes aguaceros que acompañan la temporada invernal provocaron crecida de ríos e inundaciones, así como deslaves.

La agricultura y el comercio son los sectores productivos más azotados por los recientes temporales.