Kabul, 13 jun (RHC) Funcionarios gubernamentales afganos aseguraron que 38 miembros del talibán y ocho terroristas del autodenominado Estado Islámico murieron en los últimos ataques aéreos y acciones terrestres en la oriental provincia de Nangarhar.

En ese territorio, uno de los menos conflictivos de Afganistán, extremistas antigubernamentales aumentaron recientemente sus actividades armadas.
El ejército afgano anunció el 12 de febrero último el inicio de una nueva ofensiva contra los fundamentalistas en la citada provincia tras recibir el visto bueno del presidente Ashraf Ghani.

También el secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, reconoció el avance de los talibanes en Afganistán y los problemas de su país en ese conflicto.

En este momento no estamos ganando en Afganistán. Corregiremos esto lo más rápido posible, manifestó el titular en una comparecencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado.

De acuerdo con el jefe castrense, los enemigos tuvieron un buen año en 2016 y andan tratando de alcanzar otro; ahora mismo están avanzando, recalcó.

Mattis señaló que está trabajando en una nueva estrategia que informará a los legisladores a mediados de julio.

El jefe del Pentágono expresó ayer ante el mismo comité de la Cámara de Representantes que estaba asombrado por la escasa preparación de los militares norteamericanos para combatir tras años de recortes de presupuesto.

Me retiré del servicio militar tres meses después de que los recortes empezaron, cuatro años posteriores regresé al Departamento de Defensa y lo que vi con respecto a nuestra preparación para la lucha me chocó, agregó. Ningún enemigo en el terreno ha hecho más para dañar a nuestros militares que las reducciones de presupuesto, sostuvo.