La Habana, 17 jun (RHC) Nicaragua rechazó las medidas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de revertir el proceso de normalización de las relaciones con Cuba iniciado por su predecesor, Barack Obama.
El Frente Sandinista de Liberación Nacional encabezado por el primer mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, ratificó en una nota oficial su inclaudicable hermandad, solidaridad y unidad histórica con nuestro país.
A su vez la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá repudió los intentos injerencistas de Trump contra el Estado caribeño y ratificó que Cuba no es ni será nunca colonia de Washington.
La organización criticó en un texto la postura del jefe de la Casa Blanca, quien pretende olvidar la historia y los problemas jurídicos y políticos que tiene en su gobierno.
También la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba reafirmó su solidaridad con el gobierno y pueblo cubanos ante el recrudecimiento de la agresividad del gobierno estadounidense.
En un comunicado de su secretaría nacional, subrayó que mantendrá su compromiso de apoyo, tanto material como político, en defensa de las decisiones y el ejercicio de la soberanía por la Revolución cubana.
La XXIII Convención Brasileña de Solidaridad con Cuba refutó la nueva política hacia esa nacion caribeña anunciada por el inquilino de la Casa Blanca, Donad Trump, la cual hostilizará aún más al pueblo cubano.
Incrementaremos nuestro trabajo solidario para responder a la “desastrosa” decisión del gobernante norteamericano de cancelar el acuerdo bilateral alcanzado hace dos años, lo que –puntualiza- coloca una vez más a Estados Unidos en una posició aislada en su frustrada tentativa de derrotar a la revolución Cubana.
El rechazo quedó de manifiesto en la denominada Carta de Belo Horizonte, que exige además el cese inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial que la Casa Blanca mantiene desde hace más de medio siglo contra la isla y que el propio gobierno norteamericano reconoció como fracasado.
Demanda también el fin de la ocupación ilegal de parte de la bahía de Guantánamo y la devolución de este territorio usurpado para instalar una base naval, así como que terminen las transmisiones de las mal llamadas radio y televisión Martí, violadoras de las normas de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones.
La declaración final del encuentro, de tres días de duración y que contó con la presencia de más de 300 participantes de 17 estados brasileños en representación de unas 60 organizaciones, ratifica asimismo la confianza en el proceso de actualización del modelo económico, político y social cubano, que fortalecerá el socialismo.
Expresa además el apoyo incondicional al pueblo cubano “convencidos de que las nuevas generaciones no renunciarán a los principios éticos y los valores legados” por sus líderes históricos y relacionados con los pueblos de nuestra América y del mundo.
