Washington, 29 jun (RHC) Donald Trump, presidente de Estados Unidos dialogo con su homólogo de la República de Corea, Moon Jae-in, al realizarse una visita oficial del mandatario coreano a la Casa Blanca.
De acuerdo con un comunicado de la mansión ejecutiva, los mandatarios conversaron acerca de las vías para promover la cooperación en materia económica, analizaron asuntos globales y pusieron énfasis en la amistad entre sus respectivas naciones.
Se prevé que durante las conversaciones, Moon busque la comprensión de Trump acerca de la postura conciliadora que mantiene Corea del Sur en relación con la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Washington, además de su histórica política hostil hacia esa nación asiática, dirige una campaña de sanciones internacionales en su contra que incluye la prohibición de importaciones de servicios básicos, entre ellos productos médicos.
Al mismo tiempo, un alto funcionario de la administración norteamericana indicó ayer que el republicano planea presionar a su par surcoreano para que realice concesiones comerciales y equilibre el déficit de Estados Unidos con el territorio oriental.
Según la fuente, que declaró en condición de anonimato, Trump será directo en los diálogos sobre los vehículos estadounidenses y el hecho de que aún haya algunas barreras para las ventas de esos automóviles en Corea del Sur.
Asimismo, podría referirse al enorme volumen de acero de origen chino que entra a su país a través del Estado asiático, agregó.
De acuerdo con medios locales, las cuestiones de la RPDC y el comercio podrían llevar a algunas discusiones difíciles en las reuniones de jueves y viernes.
Por otra parte, el funcionario gubernamental citado por varias organizaciones periodísticas adelantó que el despliegue del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, según sus siglas en inglés) no será un punto importante a tratar entre los dos líderes.
El THAAD pretende interceptar los misiles norcoreanos de alcance relativamente limitado, considerados por la RPDC como de carácter autodefensivo, ante las constantes provocaciones militares de Washington y sus aliados.
Su posible instalación llevó a masivas protestas, incluso de los surcoreanos, e indignó a varios de países cercanos, incluidas Rusia y China, que lo consideran una amenaza a su seguridad nacional.
Aunque la administración de Moon descartó derogar el despliegue de ese sistema, se muestra cautelosa y tiene previsto retrasar su puesta en funcionamiento.