Buenos Aires, 4 jul (RHC) Luego de contundentes protestas, los dirigentes del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires aceptaron la propuesta del gobierno de un aumento del 27,4 por ciento del salario.

Los secretarios generales de los gremios bonaerenses analizaron el resultado de las consultas, que se realizaron en todo el territorio y decidieron aceptar lo ofrecido por la administración de la gobernadora María Eugenia Vidal, luego de 10 rondas de negociaciones salariales.

En declaraciones difundida en el sitio web del Sindicato, su secretario general, Roberto Baradel, apuntó que el conflicto vivido en estos meses 'no puede repetirse el próximo año, el Gobierno nos acusó de hacer política partidaria y ellos lo hicieron, no se entiende porqué la Gobernadora decía que no había dinero y ahora sí está', dijo.

'Queremos un trato respetuoso y un salario digno, no se resuelven las cosas por imposición, es a través del diálogo', agregó el dirigente sindical.

Lo pactado define un incremento salarial 'de bolsillo' del 27,4 por ciento devenido en 2,5 por ciento de recuperación salarial de 2016 y 21,5 por ciento para 2017, más una serie de bonos y extras no remunerativos.

Al mismo tiempo, la llamada cláusula de activación automática presionará al gobierno en una nueva oferta, en caso de que la inflación supere el acuerdo vigente.

Nuestro sindicato 'defiende de manera sostenida, como desde sus inicios, la Escuela Pública y los derechos de todos los trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires', señalaron sus miembros en un comunicado.

Mientras los trabajadores de la multinacional Pepsico bloquearon la céntrica avenida bonaerense 9 de Julio, a la altura del Obelisco, en protesta por traslado de la planta a Mar del Planta y el despido de 600 empleados.

El delegado Leandro Gómez indicó a la prensa local que la única demanda de los obreros es recuperar sus puestos de trabajo, tras protagonizar varios días de protesta dentro y fuera de la fábrica, localizada en la capitalina localidad de Florida.

Agentes policiales se encontraban apostados en el lugar como parte de un fuerte operativo de seguridad que incluía la presencia de carros hidrantes.

El portavoz de los manifestantes afirmó que la protesta cuenta con el apoyo de sindicatos, organizaciones políticas, estudiantiles sociales y defensoras de los derechos humanos.

Hace una semana atrás los 600 obreros de la planta de Pepsico en la localidad bonaerense de Florida fueron notificados mediante un cartel en la puerta de la fábrica que el personal quedaba transitoriamente liberado de prestar servicios.

Desde entonces los trabajadores permanecieron afuera de las instalaciones en su lucha por recuperar los puestos laborales.

Trascendió que al filo del mediodía habrá una audiencia pública en el Congreso de la Nación para abordar el tema de Pepsico y la cantidad de despidos y cierres que se producen en el país.