La Paz, 24 jul (RHC) Una delegación de Chile se encuentra en Bolivia para realizar la reunión del Comité de Fronteras donde se analizan mecanismos para resolver los incidentes en zonas limítrofes de ambos países.
Los representantes de ambos países dialogarán en Santa Cruz para discutir un protocolo que evite situaciones como el incidente de los 9 funcionarios bolivianos detenidos en territorio chileno, y así asegurar el funcionamiento pleno del Complejo Fronterizo Binacional de Chungará.
Los organizadores de la cita informaron que el encuentro no incluirá temas de Estado como la demanda marítima boliviana y la de los manantiales del Silala, que se estudian en estos momentos en La Haya.
Actualmente La Paz y Santiago no tienen relaciones diplomáticas y enfrentan antiguos diferendos desde la guerra de 1879, cundo Chile le arrebató a Bolivia 400 kilómetros de litoral y 120 000 kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
Mientras, el candidato presidencial del Partido Progresista de Chile, Marco Enríquez-Ominami, llega a Bolivia para reunirse con el presidente Evo Morales y tratar temas relacionados con los históricos diferendos entre ambas naciones.
Enríquez-Ominami prevé sostener con Morales un diálogo sobre la demanda marítima impuesta por La Paz a Santiago para recuperar su salida soberana al océano Pacífico, arrebatada en la invasión chilena de 1879.
La soberanía de los manantiales del Silala también estará presente en el intercambio previsto en el Palacio de Gobierno, refiere este lunes en su versión digital el diario La Razón.
Según el candidato progresista, estos conflictos deben solucionarse mediante conversaciones directas entre países vecinos, y no a través de demandas en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Esta visita a La Paz incluye una entrevista con el mandatario del Estado Plurinacional para el documental Hasta la victoria, sobre la situación de la izquierda en Latinoamérica.
Bolivia instaló en 2013 la demanda ante la CIJ con el objetivo de que esa instancia obligue a Chile a negociar una salida soberana al océano Pacífico para la nación andino-amazónica.
Este país nació como república en 1825 con costas al mar, pero una invasión chilena en febrero de 1879 le arrebató 400 kilómetros de litoral y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
También Bolivia reclama la soberanía sobre las aguas del Silala luego de que en 2016 el gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, demandara a La Paz ante el tribunal de La Haya.
Santiago pretende que ese organismo declare que las aguas de esos manantiales son internacionales y así justificar su uso desmedido.
Sin embargo, para La Paz se trata de un recurso finito proveniente de un manantial boliviano desviado artificialmente hacia Chile sin ningún tipo de compensación.